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La CDU confirma la existencia de mil millones en fondos dudosos pero rehúsa actuar contra Kohl

Pilar Bonet

La dirección de la Unión Cristiana Democrática (CDU) ha renunciado a emprender acciones legales contra el ex canciller Helmut Kohl y a presionarle para que dé los nombres de los mecenas ocultos, según se puso de manifiesto ayer durante la presentación del informe de las cuentas del partido realizado por la auditora Ernst and Young. El informe no ha podido establecer el origen de más de 12 millones de marcos (1.020 millones de pesetas, 6,12 millones de euros) que fluyeron al partido de Kohl entre 1989 y 1998. "Queremos que Helmut Kohl esté en el centro de la Unión", dijo Wolfgang Schäuble, el jefe del partido.

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Las cantidades de origen desconocido transferidas a la CDU se localizan en dos periodos, según explicó el tesorero del partido, Matthias Wissmann. Un total de 10 millones de marcos corresponden a la época 1989-1992, y una suma de 2,17 millones, al periodo 1993-1998. Para el primer periodo se trata de estimaciones iniciales, advierten los autores del informe, un texto de 21 páginas con un anexo de la misma longitud, dedicado a investigar las cuentas de la CDU en la institución bancaria Bankhaus Georg Hauck und Söhne KGaA, de Francfort. Tras la decisión de no presionar a Kohl, los observadores políticos constatan el temor a una escisión del partido entre clarificadores y leales seguidores del ex canciller, que forman un fuerte sector en la base de la CDU. Un testimonio de Kohl, piensan algunos, podría poner en cuestión algunos de los pilares de la construcción europea durante la década de los noventa. La secretaria general de la CDU, Angela Merkel, manifestó que no hay base para las especulaciones, según las cuales la empresa francesa Elf-Aquitaine hizo transferencias a la CDU.

En lugar de seguir apuntando contra Kohl, los dirigentes de la CDU han manifestado su intención de "agotar todas las posibilidades legales" contra Horst Weyrauch, el hombre de confianza de Kohl y ex responsable de finanzas del partido.

Una multa millonaria

Los dirigentes de la CDU no quisieron ayer comentar la posibilidad de tener que pagar la suma de 30 millones de marcos en compensaciones al Bundestag (Parlamento federal) por los donativos superiores a 20.000 marcos que no fueron registrados correctamente en estos años. "Esperamos una correcta interpretación de la ley por parte del presidente del Bundestag", dijo Wissmann, quien afirmó que el partido "no quiere compasión", pero dejó entrever la posibilidad de negociar con el Parlamento sobre las sumas a restituir.

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"A la CDU no se la debe privar de la base material", manifiesta la resolución aprobada por la directiva democristiana, que se hace eco del temor a que la ruina económica se sume a la ruina política. Schäuble insistió ayer en que había que mantener las "proporciones".

La dirección de la CDU constató que el partido está ante "una prueba existencial", pero el informe auditor no supone la superación de esa prueba. El documento no aporta ninguna "aclaración definitiva" sobre el origen y la forma de los pagos en efectivo, sobre los receptores ni las obligaciones que se contrajeron, ni los nombres de los donantes. El sistema de pagos paralelo era "inaceptable y transgrede la ley de los partidos y la democracia interna del partido", señalan los directivos de la CDU.

La CDU asegura que lo ocurrido no volverá a repetirse y agradece la colaboración del expresidente del Bundesbank Hans Tietmeyer, así como del ex presidente federal Roman Herzog, y el ex juez del Tribunal Constitucional Paul Kirchhof. Estos expertos asesorarán sobre cambios en los estatutos de la CDU y en el reglamento financiero para introducir más transparencia, y el partido discutirá sus propuestas en el congreso que celebrará en abril en Essen.

Gran partido de centro

Schäuble dijo que se separarán los cargos de tesorero y secretario general, pero se negó a decir ayer si renovaría su candidatura a la presidencia de partido. En vísperas del congreso, la CDU quiere iniciar un debate público a escala federal con el título Este país necesita una CDU fuerte. La campaña tratará de reforzar el papel de "gran partido popular de centro". A este efecto, la CDU ha decidido respetar el nombre de Kohl y no cuestionar su dimensión histórica.

"La CDU ha moldeado en gran medida la política alemana de la segunda mitad del siglo XX. Los cancilleres federales Konrad Adenauer, Ludwig Erhard, Kurt Georg Kiesinger y Helmut Kohl han marcado de forma duradera esta época. La agenda del siglo XX, desde la integración occidental hasta la unión de Europea, se ha cumplido", señala la resolución, que no contiene ni una palabra de crítica a Helmut Kohl.

[Mientras, el actual canciller federal, Gerhard Schröder, dijo ayer que el escándalo financiero en la CDU "no constituye una crisis de la democracia" alemana, sino "una crisis de partido", informa France Presse.]

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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