25.000 millones de inversión para que trabajen 1.800 minusválidos Lavanderías a la carta
A finales de los años ochenta la Fundación ONCE se planteó la integración social de todos los minusválidos. Así surgió Flisa (Fundosa Lavanderías Industriales, SA); un proyecto que, en 1992, con la Expo Universal de Sevilla a la vista, invitaba a los mejores augurios. Y la premonición se cumplió. Hoy, nueve años después, Flisa lidera el sector de las lavanderías.En la actualidad cuenta con 25 plantas de lavado industrial en España. Sus instalaciones ocupan más 50.000 metros cuadrados, y las inversiones realizadas hasta ahora superan los 25.000 millones de pesetas. El número de empleos estables es de 1.800, de las que más del 90% son para minusválidos. Las cifras, que casi marean, indican también que el líder de las lavanderías nacionales procesa 70 millones de kilos de ropa al año; de estos, 13 millones corresponden a Andalucía. Salvo Córdoba y Jaén, el resto de las capitales andaluzas cuenta ya con una planta del grupo. En total, Fundosa ha creado hasta ahora 336 puestos de trabajo en la región para personas con minusvalías.
La primera lavandería de Flisa se instaló en Dos Hermanas en 1991. La masiva afluencia de visitantes a la Expo facilitó sus comienzos. Pero el problema surgió al año siguiente para mantener los 35 empleos creados. Entonces llegó José Noa Cruz. "Lo primero que hice", recuerda el director gerente, "fue captar nuevos clientes y hacerla más competitiva". De esto hace casi ocho años y Flisa Sevilla aún no ha dejado de crecer. "Ahora tenemos casi 50 clientes y una plantilla de 119 trabajadores, de la que el 99% son minusválidos. Nosotros nunca olvidamos que nuestro principal compromiso es social; se trata de crear empleo para aquellos colectivos que tienen más difícil el acceso al trabajo", explica Noa.
La facturación de Flisa en su planta de Dos Hermanas es de 380 millones de pesetas al año. Todos los días se procesan en sus instalaciones entre 12 y 15.000 kilos de ropa. Hay tres turnos de trabajo y la mayoría de los puestos son rotatorios; la lavandería no cierra ni los domingos, y el absentismo laboral, prácticamente, no existe; apenas llega al 4%. En total, procesan 33.000 piezas de ropa diaria entre sábanas, manteles, servilletas, prendas hospitalarias, uniformes... Sus clientes, además de hospitales y hoteles, son centros geriátricos, fábricas, restaurantes y laboratorios.
La entrega está garantizada, en 24 horas. "Ese es nuestro compromiso", afirma José Noa Cruz. Para ello, una flota de ocho camiones, dotados de los sistemas más avanzados en conservación de lencería visitan, todos los días, a los clientes. "Nuestros vehículos están climatizados para que los paquetes de ropa envueltos en plástico retractilado lleguen en un estado perfecto", añade. La ropa sucia nunca se acerca a la limpia; en las instalaciones de la lavandería una y otra sigue circuitos distintos. El agua, de la que se utilizan 300.000 litros diarios, es depurada previamente. El uso de detergentes está regulado desde un control central. La secadora seca a 110 grados y las máquinas de planchar lo hacen a 200. Nada se deja al azar.
"La formación de nuestros empleados es fundamental. Tratamos de suplir sus carencias preparándolos al máximo". La otra gran preocupación de Noa Cruz es la renovación tecnológica de las instalaciones. El gerente explica que las limitaciones físicas, psíquicas y sensoriales que tienen los trabajadores de estos centros de empleo especiales, como es Flisa, hay que compensarlas, en lo posible, proporcionándoles los recursos técnicos más avanzados. Sólo en Andalucía el grupo Flisa invertirá este año 500 millones en tecnología, de los que 150 serán para la lavandería de Sevilla.
Flisa tiene la certificación Aenor; un sello que acredita y garantiza su calidad, lo que facilita el éxito de nuevos servicios: el alquiler de lencería es uno de ellos. Algunos hoteles y hospitales públicos han optado ya por cerrar sus lavanderías y almacenes de ropa, y han preferido contratar con ellos el servicio completo de lencería. También el tratamiento integral de residuos biosanitarios está entre sus últimas ofertas.
Aunque lo suyo, de momento, sigue siendo el lavado de ropa. Que en eso apenas tienen competencia. En sus laboratorios analizan los tejidos que ofertan en alquiler, así como las aguas y detergentes con los que lavan. Y en sus instalaciones, unos entusiastas trabajadores se dejan la piel para que su empresa -"les daría algo si tuviesen que abandonarla", dice el gerente- siga creciendo.
JOAQUÍN MAYORDOMO
Dirección Pol. Ind. Ctra. de la Isla. Avda. de Guadaira, s/n 41700 Dos Hermanas (Sevilla)
Empleos
119
Facturación
380 millones
Producción
Servicio de lavado
Algunos hoteles y hospitales suprimen sus lavanderías y contratan este servicio, que les cuesta la mitad
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