Juicio contra el experto que burló la seguridad de la red francesa

El sistema de seguridad que protege las tarjetas de crédito francesas no es en absoluto inviolable, al menos para Serge Humpich, un ingeniero informático que después de años de investigación ha encontrado un fallo o una serie de fallos en la red, tenida hasta ahora como infranqueable.Serge Humpich, de 36 años, está siendo juzgado en París por "acceso y uso fraudulento" de la red GIE que asegura teóricamente el comercio de los 35 millones de tarjetas de crédito francesas. El fiscal solicita para él dos años de cárcel y 50.000 pesetas de multa, una petición controvertida porque el genio informático no utilizó sus conocimientos para lucrarse, pese a que conoce el método que le permite engañar a las terminales de pagos y puede realizar todo tipo de transacciones bancarias. Su único delito, si puede llamarse así, fue el de procurarse, a título de ensayo, un paquete de 10 billetes de metro.

Serge Humpich contactó a través de su abogado con el consorcio bancario GIE para venderle sus descubrimientos, a fin de que pudieran blindar mejor el sistema. A cambio de facilitarles el método por el que había logrado descubrir el algoritmo de 96 cifras que le permite hacer saltar la protección del sistema, el ingeniero pidió la suma de 200 millones de francos (5.000 millones de pesetas). La empresa se lo pensó un rato y después de simular que estaba interesado en la negociación, presentó una denuncia contra él.

El caso sembró el nerviosismo primero ante los expertos policiales y, posteriormente, en los despachos gubernamentales y financieros. A modo de prueba, Serge Humpich aportó a los investigadores las tarjetas de crédito que él mismo había fabricado y que le había permitido hacerse con los billetes de metro. El juez tiene ahora que decidir si el acusado es un inventor o un pirata chantajista, pero el problema es qué hará Serge Humpich si es condenado sin haber desvelado sus métodos. El problema mayor para el consorcio de las tarjetas de crédito francesas es que ahora todo el mundo sabe que el sistema no es seguro.