"No está acabado"

La fiscalía de la Audiencia Nacional intentó argumentar una y otra vez que Urrutikoetxea Bengoetxea -antes dirigente de ETA, ahora parlamentario de Euskal Herritarrok- debía ser juzgado en España, daba igual si en el Tribunal Supremo o en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. Para ello rechazó sistemáticamente las alegaciones de "cosa juzgada" que también sistemáticamente alegaba delitos de conspiración para el asesinato, el de Eduardo Santos de Andrés [subsecretario del ministerio de Industria] y el de José Amedo Fouce [subcomisario de policía], cargos éstos de gravedad que son formalmente independientes de la defensa. "Pero es que además", explicaba el fiscal el pasado 9 de enero, "Urrutikoetxea está procesado por dosl de pertenencia a banda terrorista, y por l la Audiencia Nacional, el auto de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo que, el pasado 14 de enero, acordó la libertad de Josu Ternera ni siquiera se refiere a esos hechos ocurridos supuestamente en 1987.os que Urrutikoetxea no ha sido todavía juzgado". Curiosamente, y a pesar de la importancia que le otorga la fiscalía deFuentes de Interior aseguran que la "ortodoxia" de Josu Ternera es la cualidad que le hizo estar siempre bien valorado por el mundo de ETA. Y siempre, en su caso, son nada menos que tres décadas, desde que huyó a Francia con 20 años hasta que, ahora, al borde de la cincuentena, sigue pintando mucho en el entorno político que sostiene a la banda."Lo peor de todo", dice la fuente de Interior, "es que Ternera no está acabado"