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Rato vuelve a prometer que bajará la presión fiscal la próxima legislatura

El vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, manifestó ayer que los impuestos han bajado desde que gobierna el PP, que lo seguirán haciendo "con importante intensidad" y que bajará la presión fiscal al presentar el nuevo Plan de Estabilidad 1999-2003. Los datos oficiales y de la OCDE reflejan, sin embargo, que la presión fiscal ha subido desde que Gobierna el PP, aunque en ese periodo se ha reducido el paro y, por tanto, hay más cotizantes. El Plan prevé que el peso de los ingresos en el PIB se reduzca 0,3 puntos hasta 2003. También vaticina la creación de 1,4 millones de empleos y la reducción del paro en 900.000 personas hasta el 9,8% de la población activa.

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El paro y los impuestos están en el centro del debate electoral en el terreno económico, y en ello incidió ayer el vicepresidente Rato durante su comparecencia posterior al Consejo de Ministros. En esa reunión, el Gobierno aprobó el nuevo Plan de Estabilidad (1999-2003) para su envío a Bruselas. El plan prevé un crecimiento medio del 3,3% en los tres próximos años y el 3,7% este año.¿Han bajado o no los impuestos en España? Rato, en un discurso en clave electoral, aseguró que sí, en contra de lo que sostiene el líder de la oposición y candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Joaquín Almunia. "Quien diga esto es que no ha mirado bien sus ingresos o no paga impuestos porque cobra por sobre", es decir, en dinero negro.

Rato explicó que han bajado los impuestos para las plusvalías, la vivienda, los salarios, los pequeños empresarios o la internacionalización de las empresas. Se producirá, a su juicio, una reducción de la presión fiscal. "Si el PP consigue volver a ganar las próximas elecciones de marzo y se alcanza el ritmo de crecimiento económico previsto, los impuestos continuarán bajando con importante intensidad", añadió.

Los últimos datos de la OCDE reflejan, sin embargo, que la presión fiscal en España (suma de impuestos directos e indirectos más cotizaciones sociales en relación al PIB) ha pasado del 32,7% en el año 1996 hasta el 34,2% en 1998, es decir, 1,5 puntos más. El porcentaje es inferior a la media de la UE (41%) y de la OCDE (35,5%). Con un criterio más amplio, el Plan de Estabilidad aprobado ayer señala también que el peso de todos los ingresos públicos en relación al PIB subió el pasado año (del 39,9% del PIB al 40,1%), pese a la rebaja del impuesto sobre la renta que entró en vigor en 1999. Rato argumentó para contrarrestar esto que ha aumentado el número de personas que tributan a Hacienda, hay más actividad económica y los impuestos "son más eficaces".

"Es lo contrario de lo que sucedía durante la anterior etapa socialista", sostuvo Rato, "en la que subían los impuestos y bajaba la recaudación". No quiso concretar si en la anunciada nueva reforma del impuesto sobre la renta se recuperará la anterior promesa electoral, no cumplida, de bajar el tipo máximo del IRPF al 40%. El programa electoral del PP de 1996 afirmaba que "la aplicación gradual de la reforma [fiscal] permitirá reducir la carga fiscal de los contribuyentes", hecho que no se ha producido según la OCDE.

900.000 parados menos

"Seguiremos en la línea actual", dijo, "lo que significa reducir el IRPF para las rentas más bajas, primar a las familias con hijos y favorecer que un número importante de personas no tengan que presentar la declaración". La recaudación de todos los impuestos en relación al PIB bajará 0,3 puntos entre 2000 y 2003, hasta situarse en el 39,8%, según las previsiones.

Rato rechazó también que las desigualdades sociales hayan aumentado desde que gobierna el PP, como sostienen los socialistas. "Que en España haya ahora 1,8 millones de personas más que tienen empleo, que el paro haya bajado de forma importante y que se haya mantenido el poder adquisitivo de las pensiones significa haber reducido las desigualdades", explicó, "en contra de lo que sucedió durante la anterior legislatura".

"A diferencia de la etapa anterior", continuó, "no ha habido almuerzos en La Moncloa para vender monopolios públicos [en referencia a la venta de Gas Natural] y el IRPF no se ha hecho a la medida para que sólo bajasen los impuestos para los altos cargos de la Administración y no las rentas bajas [reforma de 1991]".

Además de la rebaja de impuestos, el PP promete que en la próxima legislatura el paro bajará en 900.000 personas y se crearán 1,4 millones de empleos. La tasa de paro se quiere reducir desde el 15,7% previsto para 1999 hasta el 9,8% en 2003; es decir, a niveles medios europeos y en el camino de lograr el pleno empleo en la próxima década.

Para ello, la economía deberá mantener un ritmo de crecimiento del 3,3% en los tres próximos años, desde el 3,7% previsto para 1999 y 2000. Bajará el crecimiento del consumo (del 3,7% en 1999 al 3,1% en 2000 y el 2,4% entre 2001 y 2003), igual que el de la inversión (del 3,7% y el 3,1%, respectivamente, y hasta el 2,4%) y se recuperará el sector exterior.

El objetivo de déficit público se sitúa en el 0,4% del PIB para 2001, habrá un superávit de una décima en 2002 y de dos un año después. Mientras que el peso de los ingresos baja tres décimas en relación al PIB entre 2000 y 2003, la reducción de los gastos será de 1,3 puntos. La Seguridad Social alcanzará un superávit de una décima en 2000 y de dos en 2003.

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