Cuevas califica de "preocupante" la inflación y reclama contención salarial

El presidente de la patronal CEOE, José María Cuevas, mostró ayer públicamente su temor por "el preocupante diferencial de inflación con los países de la UE" y reclamó una contención de los salarios y nuevas medidas liberalizadoras de los mercados. Al respecto, el Instituto Nacional de Estadística (INE) hizo público ayer que el Índice de Precios al Consumo (IPC), según los criterios armonizados en la UE, se elevó el pasado año al 2,8% (diciembre sobre diciembre de 1998), una décima más que en noviembre. En los próximos días se darán a conocer los resultados del resto de la UE.Cuevas realizó estas declaraciones ante unos 2.000 empresarios reunidos en El Foro de la Internacionalización, organizado por la Secretaría de Estado de Comercio con la colaboración de la CEOE y el Consejo Superior de Cámaras, que se convirtió en un altavoz de los logros económicos del Gobierno, a menos de dos meses de las elecciones generales.

El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, destacó la rápida respuesta de la economía española a la crisis financiera y comercial producida en el otoño de 1998 "por su mayor implicación y diversificación en los mercados exteriores". Aseguró que el sector exterior es menos dependiente del ciclo económico "por la mayor internacionalización de la empresa española".

Presencia exterior

Según el ministro, la inversión española en el exterior supone desde 1997 el 3% del PIB cuando la inversión extranjera en España se sitúa en el 2%. Rato llamó la atención sobre la calidad de nuestras ventas exteriores, ya que el 70% de las mismas se dirigen a los países de la UE, lo que supone, según Rato, que exportamos "valor añadido por ser una economía avanzada".

Tras la intervención de Rato, el presidente de la CEOE reconoció la mejora de la presencia exterior de la economía española, ya que el 61% del PIB está ligado a la actividad exterior. Cuevas valoró el menor peso del sector público, la mayor apertura a los mercados internacionales, los menores tipos de interés y el cuarto año de crecimiento sostenido.

Pero a partir de ahí, planteó una serie de ideas menos halagadoras: "Veo el diferencial de inflación con los países de la UE como preocupante, y hay que acabar con ello para no perder competitividad, por lo que debe haber una política de moderación de salarios así como nuevas liberalizaciones de los mercados". No quiso precisar cuál debiera ser el nivel salarial a negociar y se limitó a decir que debía ser "la inflación media de la UE", que está en torno al 1,5%.