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Vizcaya funcionará este mes, por primera vez en su historia, con los presupuestos prorrogados

La Diputación de Vizcaya funcionará este mes, por primera vez en su historia, con la prórroga de los presupuestos del pasado año. El retraso en el debate de las enmiendas parciales y la búsqueda de apoyos del equipo de gobierno suponen que hasta finales de enero no finalicen los trámites de aprobación de las nuevas cuentas del año 2000. El PP censuró ayer el estado de "estancamiento" de los presupuestos vizcaínos e incluso no descartó una prórroga indefinida. El equipo de gobierno negó que haya problemas y adelantó que esta semana empieza el debate en comisiones.

Vizcaya ha sido el único de los tres territorios donde los presupuestos forales no han sido devueltos o retirados. Un acuerdo verbal de última hora entre PNV y EH en el pleno del pasado 23 de diciembre en la Casa de Juntas de Gernika, evitó la devolución de las cuentas y, por tanto, la obligación de funcionar con lo aprobado en 1999.Sin embargo, los plazos previstos fijaban la pasada semana como la fecha para la aprobación de las nuevas cuentas tras el debate de las más de 450 enmiendas parciales presentadas. Los intentos de búsqueda de más apoyos del equipo de gobierno PNV-EA (21 de 51 junteros) ha trastocado la planificación de la Presidencia de las Juntas Generales vizcaínas. La pasada semana, una delegación peneuvista con el presidente del partido en el territorio, Javier Atutxa, y el diputado general, Josu Bergara, se reunió con los socialistas Nicolás Redondo Terreros y el secretario general vizcaíno, Patxi López, para recabar respaldos del PSE en la aprobación de las enmiendas. El contacto se produjo, pese al acuerdo verbal con EH, y, según la interpretación socialista, "porque el PNV no se fía de Euskal Herritarrok y no quiere que salgan aprobadas algunas de sus enmiendas".

Los grupos junteros del PNV y el PSE ya han mantenido contactos los últimos días para buscar puntos de encuentro sobre las enmiendas parciales que empezarán a discutirse a finales de esta semana. Sin embargo, hasta ayer no había habido resultados concretos, según las fuentes consultadas.

La Presidencia de las Juntas vizcaínas convocó ayer mismo las comisiones para la discusión de las enmiendas, que se desarrollará los próximos jueves y viernes y el lunes de la siguiente semana. El pleno en la Casa de Juntas de Gernika, donde quede aprobado el texto definitivo de los presupuestos, se celebraría en los últimos días de enero. "Antes de que acabe enero estarán los presupuestos", señalaron fuentes de la Presidencia de las Juntas.

Cambios significativos

El equipo de gobierno nacionalista niega que la causa de la demora en la aprobación de las cuentas, que en la historia reciente de la Diputación vizcaína no se había retrasado más allá de la primera semana de enero, se deba a problemas suscitados por la situación de minoría. "Han estado las vacaciones navideñas y una operación que ha tenido el diputado general. No hay nada más", adujo un portavoz nacionalista.

Los presupuestos vizcaínos sufrirán cambios significativos frente al borrador presentado hace ya dos meses. En él, se plantea un monto total de 656.000 millones de pesetas aunque la cifra disponible (descontadas las aportaciones al Cupo, Gobierno vasco, ayuntamientos y gastos de personal) se quedaría en 78.000 millones. Entre las modificaciones se encuentran las pactadas verbalmente con EH para evitar la devolución de las cuentas: el aumento de 12 a 14 pagas del denominado salario social -las percepciones mensuales, que este año alcanzarán las 50.000 pesetas, para los ciudadanos sin recursos-, la extensión del colectivo beneficiario de las pensiones no contributivas, más partidas para el euskera y el apoyo a las pequeñas y medianas empresas, la consignación de 96 millones para Udalbiltza y la elaboración de un plan de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.

El proyecto del equipo de gobierno ha diseñado, por primera vez en seis años, unas cuentas expansivas, con un 11% de aumento del gasto y el mantenimiento en casi 105.000 millones de la deuda. Entre las inversiones previstas, las mayores partidas se quieren destinar a las obras de construcción de la línea 2 del metro, con 7.200 millones, y la atención de asistencia social, con otros 10.557 millones. También destacan los 5.400 millones que se han previsto para el Bizkaibus, los 3.500 para nuevas infraestructuras viarias, 2.500 destinados a la mejora de carreteras y 2.600 millones dirigidos a instituciones sin ánimo de lucro.

El borrador establece que casi la tercera parte de los gastos se dediquen a obras públicas y transportes y que el 25% se destine a Acción Social. El gasto de mantenimiento de las Juntas Generales aumenta considerablemente (pasa de 620 a 760 millones), de los que la quinta parte se la llevan el pago de salarios y dietas de los altos cargos y los 51 junteros.

El PP ha presentado la mayor parte de las enmiendas parciales, con más de 300, frente a las 84 de EH, las 50 de los socialistas y 9 del PNV. EA e IU no han formulado ninguna.

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