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Un paso histórico hacia la integración

Pilar Bonet

Pese a que Alemania no fomenta oficialmente la inmigración desde 1973, el número de extranjeros en este país ha aumentado gracias a las fórmulas legales existentes para instalarse en él, ya sea el origen étnico, la solicitud de asilo político o la reunificación familiar. Los extranjeros superan hoy los 7,3 millones de personas y constituyen el 9% de la población de la primera potencia económica de Europa.El Gobierno alemán no desea fomentar la emigración a escala nacional y aspira a regular legalmente los flujos migratorios en el ámbito de la Unión Europea. Lo que sí desea el Gabinete rojiverde es una mejora de las posibilidades de integración de los emigrantes, de los cuales más de 2,1 millones son turcos. A la búsqueda de la integración responde la polémica Ley de Ciudadanía, que ha entrado en vigor a principio de este año. Alemania ha dado un paso histórico al abrir al ius solis (el derecho basado en el principio territorial) una legislación, que data de 1913 y que se basa en el ius sanguinis (el derecho basado en los lazos sanguíneos).

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La nueva Ley de Ciudadanía, que, según cálculos gubernamentales, permitirá la naturalización de unos 4 millones de personas, convierte automáticamente en ciudadanos alemanes a los niños de progenitores extranjeros, uno de los cuales haya residido legalmente durante ocho años en Alemania. Cuando tengan entre 18 y los 23 años, los recién nacidos de hoy deberán decidir si quieren ser alemanes o prefieren seguir siendo extranjeros. El mismo principio se aplica a los niños menores de diez años si sus padres extranjeros lo solicitan antes de fin de año. Los adultos que se deciden a adquirir la nacionalidad alemana deberán superar una prueba de idioma y pagar 500 marcos, en lugar de los 100 que costaba hasta ahora un pasaporte. Las autoridades calculan que, con la nueva ley, las 100.000 naturalizaciones anuales se transformarán en 150.000.

La esencia de la nueva Ley de Ciudadanía se plasma en un cartel publicitario que trata de romper estereotipos. Sobre la foto de emigrantes de distinto origen se ha escrito el lema Típico alemán. Sin embargo, el policial sigue vinculado a la obtención de la ciudadanía alemana. Diversas asociaciones turcas han protestado contra la regulación que permite a los länder (Estados federados) realizar investigaciones policiales de la biografía de los solicitantes. Alegan que tales pesquisas tratan a los solicitantes como "delincuentes potenciales".

En el ámbito nacional, y en solitario, una ley que fomente legalmente la emigración tiene "poco sentido", a la vista del desempleo, señalaba recientemente Cornelie Sonntag-Wolgast, secretaria de Estado del Ministerio del Interior. El Gobierno ha calificado de "problemática" la decisión española de conceder una amnistía a los emigrantes ilegales. "Las medidas de legalización amplias son problemáticas desde el punto de vista de la política migratoria, ya que pueden provocar movimientos migratorios suplementarios no deseados de terceros países en la UE, así como de extranjeros procedentes de terceros países en el interior de la EU", señalaba el Ministerio del Interior, comentando la iniciativa española, en respuesta a una interpelación parlamentaria. Entre los extranjeros, el paro es de un 20%, y duplica casi la media alemana.

El número de ilegales residentes en Alemania se calcula en un millón, aunque no existen cifras oficiales. La posibilidad de pasar del contingente de los ilegales al de los legales es nula, a no ser que se utilice algún subterfugio legal. El mayor "coladero" ha sido el de los peticionarios de asilo, que han sido 1,8 millones de personas desde 1990 hasta mitad de 1999. De acuerdo con la Ley Fundamental alemana, las autoridades no pueden expulsar a quienes solicitan asilo mientras se estudia su petición. Debido a una legislación más restrictiva en 1993, la cifra de solicitantes de asilo se ha rebajado. En la primera mitad de 1999, lo solicitaron más de 46.000 personas, la mayoría procedentes de la ex Yugoslavia. Los solicitantes de asilo reciben techo, comida y servicios médicos mientras dura el examen de su caso. Si son aceptados, su cobertura social pasa a ser de un 80% de los mínimos asegurados por la asistencia social alemana a los ciudadanos más desvalidos, que reciben la cantidad mensual de 640 marcos (unas 54.000 pesetas) y 400 marcos más de ayuda familiar.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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