El Gobierno advierte al PNV de que rechazará un referéndum de autodeterminación

El Gobierno advirtió ayer al PNV de que no aceptará ningún referéndum sobre la autodeterminación del País Vasco. También rechazó que pueda plantearse jurídicamente el ejercicio de este derecho sobre la base de la legislación actual -Constitución y Estatuto de Gernika-, tal y como pretende el borrador que hoy y mañana debate la Asamblea Nacional del PNV.El portavoz del Gobierno, Josep Piqué, fue claro y conciso tras la sesión del Consejo de Ministros. "La Constitución no permite el ejercicio del derecho a la autodeterminación de partes del territorio porque deposita la soberanía en el conjunto del pueblo español". Con esta breve respuesta, alusiva al artículo primero de la Carta Magna, el portavoz del Gobierno rechazó la pretensión del PNV de ampararse en la Constitución y el Estatuto para que se reconozca la territorialidad de Euskal Herria y el derecho a su autodeterminación.

Los textos en que basa sus pretensiones el PNV son la disposición adicional primera de la Constitución, que ampara los derechos históricos vascos; la adicional única del Estatuto de Gernika, referida a la posibilidad de actualizarlos, y el artículo 2 del mismo Estatuto que menciona la posibilidad de que Navarra se pueda unir a otras provincias.

Competencias

El Ejecutivo no sólo negó la posibilidad de que estos textos legitimen el reconocimiento del derecho de autodeterminación sino que también rechazó que se pueda convocar un referéndum sobre la autodeterminación desde Euskadi. Piqué aclaró que sólo el Ejecutivo central tiene competencias, según la Constitución, para convocar referéndums sobre determinadas cuestiones.

Cuando se le preguntó qué hará el Gobierno si los nacionalistas, desde las instituciones vascas, llegan a plantear formalmente esa consulta popular, Piqué se limitó a contestar: "Desautorizarlo para salvaguardar la vigencia y la aplicación de la Carta Magna".

El Gobierno minimizó la trascendencia política del enfrentamiento entre el PNV, EA e IU-Ezker Batua, por una parte, y Euskal Herritarrok, por otra, ante la manifestación que hoy se celebra en Bilbao. "Son escaramuzas verbales", dijo en referencia a las diferencias entre el primer bloque, que reclama a ETA el cese de la violencia y reprocha al Gobierno su "inmovilismo", y el segundo, que sólo responsabiliza al Ejecutivo del final de la tregua.

El portavoz del Gobierno insistió en que los mismos partidos nacionalistas se prestan su apoyo en el Parlamento de Vitoria y coinciden en un lema "profundamente injusto" al fijar "una equidistancia entre los terroristas y un Gobierno elegido democráticamente".