"No me atrevo con el flamenco, me da mucho respeto"
Hace dos años, Malú entró por primera vez en un estudio de grabación y de allí salió Aprendiz, un álbum de debú del que se han vendido 400.000 discos. "Antes de eso, yo nunca había actuado en público y no tenía ninguna experiencia de nada", dice. Normal: Malú tenía entonces sólo 15 años. Pero el rápido éxito de su álbum le llevó a emprender giras incesantes por toda España, a afrontar responsabilidades escénicas y profesionales de las que no tenía ni idea y, en fin, a convertirse inmediatamente en ídolo adolescente. "Lo que he aprendido en estos dos años, sobre todo, ha sido a cantar", afirma con seguridad. "He mejorado mucho mi técnica y ahora me siento más segura. También aprendí a sentirme bien en un escenario, a trabajar con los músicos y con el equipo, y a solucionar problemas sobre la marcha. Lo que pasa es que yo soy muy tímida, y al principio me costaba muchísimo presentarme ante toda esa gente", afirma.
Pero no todo ha sido un jardín de rosas. "Hubo momentos en los que surgieron dificultades bastante gordas, sobre todo en un concierto en Canarias este verano: hubo fallos técnicos que me impedían oír a los músicos e incluso a mí misma. Pero tuve que dar la cara, seguir adelante y terminar mi actuación. Aunque, por lo general, todo salió muy bien y el público respondía de maravilla. Me encanta. Ahora, lo que más disfruto son las actuaciones en directo".
Le han pasado muchas cosas en estos dos intensos años. Por eso no sorprende el título de su nuevo trabajo, Cambiarás. Entre otras cosas, Malú ha cambiado de color de pelo y ya no es esa rubia casi infantil. Ahora lleva su color natural, el pelo largo y suelto, y fuma sin parar. "Necesitaba cambiar; cuatro años de rubia cansan demasiado", dice. "Cuando hice el primer disco era muy niña y ahora me encuentro más centrada, más mujer".
Canciones de amor
Si su primer disco era pop, el segundo se define por la canción romántica. "Este disco es más melódico, porque es así como me siento ahora, es lo que me apetecía cantar. Quizá en el próximo disco vuelva a cambiar y decida meterme en otro tipo de ritmos y de fusiones", comenta. "Estoy abierta a muchos tipos de música".
"De todas formas, creo que siempre cantaré canciones de amor. Aunque hiciera un disco ecológico", afirma con un mohín para señalarlo como algo poco probable, "siempre incluiría canciones de amor, porque es un sentimiento muy ligado a la música o a la forma que yo tengo de sentirla".
Lo que no tiene proyectado Malú es hacer una incursión en el flamenco. Y eso a pesar de ser hija de Pepe de Lucía y sobrina de Paco de Lucía. "No me atrevo con el flamenco, me impone demasiado respeto. Lo he vivido y lo siento muy dentro, incluso lo canto en familia, pero no lo suficientemente bien como para dedicarme a ello. De todas formas, en mi familia ven bien que yo haga este tipo de música. No me consideran la oveja negra".
Con 17 años, Malú tiene toda una carrera por delante y quiere tomarse las cosas con calma. En este disco, las letras de las canciones son de diversos autores (Alejandro Sanz, el dúo Azul y Sandro Giacobbe, entre otros), pero Malú se reserva la posibilidad de ir escribiendo sus propias canciones en el futuro. "De momento, me conformo con cantar, y eso me satisface. A veces escribo alguna letra, pero al día siguiente la leo y muchas veces me parece tan cursi que la rompo. Supongo que con el tiempo, después de cantar mucho más, me resultará más fácil encontrar las palabras y la forma de expresar lo que siento. Me encantaría componer, pero es algo que de momento es sólo un deseo o una idea a largo plazo".
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