Plácido Domingo defiende a Cambreleng ante la crisis del Real
El tenor sopesa la "difícil" oferta de dirigir el Teatro de la Zarzuela
"Como amigo personal", Plácido Domingo defendió ayer "a capa y espada el trabajo y entusiasmo" del gerente del Teatro Real, Juan Cambreleng, en el centro de la polémica tras el fiasco el pasado viernes del homenaje a Kraus en el Real. El tenor, uno de los que no se cayó del cartel, descargó, al igual que Cambreleng, parte de la culpa sobre un sector del público. Ambos lo achacan a "una especie de campaña".
Para Domingo, "es muy triste que el público haya reaccionado así"; añadió que por respeto y cariño a la memoria de Kraus (con el que, por cierto, no mantenía buenas relaciones) "no se merecía lo que pasó, se debía de haber llevado la noche con tranquilidad".Una noche, la del viernes, que acabó abriendo la caja de los truenos en el Real: el PSOE pidió al día siguiente la dimisión del gerente del teatro, Juan Cambreleng, y dos patronos del teatro (Josefina Halffter, hermana del compositor Cristóbal Halffter, y Joaquín Álvarez Montes) han arremetido contra la dirección, que también incluye al director artístico, García Navarro.
"Es irracional pedir la dimisión del director por algo así, cuando el día anterior un periódico ya preparaba a la gente con un artículo que era una provocación", declaró ayer el tenor a Efe desde Italia, durante la presentación de Tosca. Según Domingo, hubo tres clases de públicos: el que reaccionó "espontáneamente desilusionado"; el de la reventa, "que se quedaba sin negocio", y "el preparado por lo que había leído el día anterior, que es lo más infortunado de todo".
Y es que el Real estrenó el año con un homenaje a Kraus, fallecido el pasado septiembre, que resultó fatídico. Del programa ofrecido al público, por el que había pagado entre 2.000 y 15.000 pesetas la entrada, desaparecieron muchos de los atractivos: Pavarotti, que no cantó para cumplir un acuerdo con la Ópera de Roma (Pavarotti dijo ayer desde Italia que tenía gripe, mientras Cambreleng declaraba a Onda Cero que la víspera el secretario del tenor confirmó su asistencia); María Bayo, que sí se encontraba griposa, y Ramón Vargas, que suspendió la gala por el fallecimiento unos días antes de un hijo. Esta caída de cartel provocó la ira de parte del público, que salió en desbandada hacia el vestíbulo reclamando la devolución de sus entradas. "Estoy seguro de que los cantantes no vinieron por razones poderosas", opinó Domingo.
Sobre la oferta que ha recibido el tenor del Ministerio de Cultura para hacerse cargo del Teatro de la Zarzuela -ahora dirige otros dos en EE UU-, dijo: "Es una decisión difícil, porque tengo muchísimo trabajo. Me encantaría, pero hay elecciones y hay que ver si verdaderamente la propuesta sigue". El tenor acaba de grabar dos zarzuelas: La Revoltosa (1897) y La Gran Vía (1896) - "hay que internacionalizar la zarzuela", dijo-, que se lanzarán en septiembre.
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