Israel rechaza las fronteras con Siria previas a la guerra de los Seis Días

Decenas de miles de israelíes se manifestaron ayer en Tel Aviv para oponerse a cualquier retirada de los altos del Golán en un futuro acuerdo de paz con Siria. Para los numerosos israelíes contrarios a la devolución de ese territorio, las palabras del ministro israelí de Exteriores no fueron suficiente garantía. David Levy aseguró, a su llegada de Shepherdstown, que Israel no aceptará "la vuelta a las líneas de armisticio del 4 de junio" de 1967, tal como pide Siria. Las delegaciones de ambos países volverán a reunirse el próximo día 19.

"Reanudarán las negociaciones el 19 de enero", anunció el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, James Rubin, al concluir la segunda ronda de discusiones entre Siria e Israel. Rubin no precisó el lugar de la cita. "Aún no lo hemos decidido", añadió.El anuncio parece confirmar el optimismo que desprendía el presidente Bill Clinton, impulsor de las conversaciones, cuando poco antes aseguró que esperaba un acuerdo "en el plazo de dos meses".

Quienes en absoluto parecían contentos con la evolución de los acontecimientos eran los cerca de 100.000 manifestantes que, según la policía, se reunieron en la misma plaza de Tel Aviv donde fue asesinado el primer ministro Isaac Rabin, en 1995, para oponerse a la devolución del Golán. La manifestación, con ser importante, no alcanzó el objetivo de los organizadores: superar las 400.000 personas que en el mismo lugar se opusieron a la invasión israelí de Líbano en 1982.

"Estamos aquí para protestar y evitar la entrega de los altos del Golán", declaró Eliyahu Dori, uno de los 17.000 colonos judíos asentados en esa zona.

Para ellos, como para los numerosos israelíes que les apoyan (41%, según la última encuesta publicada), las palabras del ministro de Exteriores, regresado horas antes de Shepherdstown, resultaron una garantía insuficiente.

"Los sirios quieren, por supuesto, el regreso a las líneas del 4 de junio, pero no estamos de acuerdo", declaró Levi.

En su opinión, no se ha producido un avance propiamente dicho en las negociaciones, "sino más bien una clarificación de posturas". "Cada uno ha explicado su punto de vista", añadió Levy. El jefe de la diplomacia israelí se mostró convencido de que una reunión entre su primer ministro, Ehud Barak, y el presidente sirio, Hafez el Asad, es "absolutamente esencial" para concluir cualquier acuerdo de paz.

El paso más significativo, después del alto nivel de esta segunda ronda de conversaciones, ha sido sin duda que por fin se haya abordado el asunto de las fronteras, que Israel quería retrasar hasta lograr avances en otras materias (normalización, agua y seguridad). Pero ahí, radica también el principal punto de discusión. Siria insiste en una retirada israelí del Golán hasta las líneas del 4 de junio de 1967, es decir, justo las anteriores a la guerra de los Seis Días, cuando Israel conquistó el territorio, mientras Israel estaría dispuesto a retirarse hasta las fronteras internacionales diseñadas por los mandatos británico y francés en 1923. Esto es al menos lo que recoge la filtración del documento que ha presentado a ambas partes el presidente Clinton y que el domingo fue publicado por el diario árabe Al Hayat.