Las asociaciones de taxistas no cuentan con suficientes apoyos para reformar el sector

VIENE DE LA PÁGINA 1 Han pasado más de dos años desde que el Ayuntamiento y las asociaciones de Bilbao acordaran el plan, que se resumía en eliminar 100 licencias con el pago de cerca de 11 millones por permiso. El coste total era de 1.141 millones, los taxistas podrían acceder a créditos blandos de la BBK y las aportaciones serían progresivas: 5.000, 24.000, 38.000, 53.000 y 68.000 pesetas los cinco primeros años y a partir de entonces superarían las 300.000 anuales.

Problemas burocráticos y los retrasos en las subvenciones prometidas para el plan por el Gobierno vasco y la Diputación vizcaína demoraron la puesta en marcha de una reordenación que debía haberse iniciado a principios de 1998. Ahora, cuando el 90% de los 774 taxistas ya votaron a favor del plan, todo se ha truncado a última hora: sólo 457 taxistas, el 58%, han firmado el crédito bancario para sufragar la retirada de licencias.

La desunión manifestada por los taxistas bilbaínos ha supuesto una gran sorpresa entre los responsables de las dos principales asociaciones bilbaínas, que llevan tres años y medio en negociaciones sobre este asunto. Los delegados se han reunido con el concejal de Circulación, Juan José Olabarria, para estudiar soluciones a lo ocurrido, que hace inviable el plan de reestructuración.

Los taxistas plantearon a Olabarria la necesidad de que todos los profesionales del sector aporten una cantidad y expusieron la posibilidad de imponer una tasa obligatoria. El consistorio, de momento, ha logrado que la BBK amplíe en dos meses más el plazo para que los taxistas formulasen sus créditos, aunque los delegados son escépticos. "Si no lo han hecho es difícil que cambien de opinión en dos meses", señalan. El área de Circulación se ha mostrado de acuerdo en estudiar la implantación de la tasa y ha encargado al departamento jurídico que estudie su legalidad.