Los anticastristas anuncian que su próximo objetivo es el bloqueo del aeropuerto de Miami
Tras la batalla campal que se libró en las calles de Miami el jueves para impedir que Elián González vuelva a Cuba, los exiliados cubanos anunciaron ayer su próximo objetivo: bloquear el aeropuerto de Miami el lunes. La acción de desobediencia civil propuesta por una plataforma que reúne a los principales grupos anticastristas puede costar millones de dólares al Gobierno y escalar a un enfrentamiento entre cubanos y anglosajones, después de que éstos hayan manifestado su indignado desacuerdo en los medios de comunicación, que trasmiten el culebrón en directo casi las 24 horas al día.
"Usted es un huésped de mi país y no tiene derecho a destruirlo. Si no les gusta regresen a Cuba y déjennos en paz a los estadounidenses que sí sabemos respetar las leyes", decía Marlene Shapiro, el jueves por la noche, a un grupo de manifestantes que le impidieron durante siete horas salir de su oficina en la calle Flagler y la avenida 57. Esa esquina se convirtió hasta altas horas de la madrugada en un caos de tráfico, con brotes de violencia entre los manifestantes apostados en la calle y los conductores que intentaban transitar. Hubo incluso quienes, ya deseperados ante el atasco, arrollaron a los manifestantes que les impedían el paso, que tuvieron que ser hospitalizados. La policía intervino pasada la medianoche con gases lacrimógenos y el día acabó con un saldo de 135 detenidos. Ayer, al tiempo que los exiliados reagrupaban fuerzas para nuevas manifestaciones durante el fin de semana, los abogados en Miami acudieron a los tribunales para detener su repatriación y el Congreso de EEUU debutó oficialmente en la batalla.
Mientras, el niño balsero de seis años que hace seis semanas vio morir a su madre en un naufragio acudió al colegio Lincoln Martí para luego llegar a casa y jugar en el patio con Dolphin, el cachorro que le regaló el congresista cubano-americano Lincoln Díaz-Balart.
En Washington, el Comité de Reforma de Gobierno del Congreso rechazó una propuesta de ese mismo congresista para emitir una citación judicial a Elián para impedir su repatriación y así haber ganado tiempo hasta que el Congreso reanude su sesión el día 24 y debata concederle la ciudadanía estadounidense al pequeño.
Renne Becker, portavoz del Comité de Reforma de Gobierno, había dicho que "se está considerando la citación judicial para poder retener al niño en el país. El comité quiere actuar en el mejor interés de Elián pero estamos revisando si es legal emitir esa citación", señaló, antes de que el propio presidente del Comité rechazara la propuesta.
En el frente estrictamente jurídico de este politizado caso, el abogado Spencer Eig se disponía ayer a presentar una solicitud de custodia temporal. Eso permitiría que un miembro del entorno familiar en Miami hablara por el niño y pudiera reactivar la petición de asilo político, que ha quedado anulada con la decisión del Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) de devolvérselo a su padre.
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