Consumo sin freno
No sólo el buen tiempo se alió ayer con los comerciantes para que el pistoletazo de salida de las rebajas fuera favorable a los intereses de su negocio. Nadie hizo guardia para desempeñar el papel de Pepito Grillo de los bolsillos de los compradores. Ni una advertencia ni una llamada a la contención. Tanto los compradores compulsivos como los comedidos tuvieron que vérselas a solas con la potente artillería desplegada por las más refinadas técnicas de mercadotecnia, que hicieron sonar como nunca sus tambores llamando al desenfreno en el consumo. Algunos consumidores echaron en falta un punto de apoyo para equilibrar la situación. Resulta que hasta la principal entidad encargada de velar por los intereses de los consumidores, la Organización de Consumidores y Usuarios de Cataluña (OCUC), permanecía cerrada desde el día 5 y hasta el día 10. Los ciudadanos que buscaron asesoramiento en sus oficinas sólo encontraron la tenue voz de un contestador que comunicaba el cierre coincidiendo justo con los primeros días de las rebajas.