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Diez jóvenes grupos aragoneses rinden su tributo a José Antonio Labordeta

El libro-disco "Nueva visión" repasa algunos clásicos del cantautor

José Antonio Labordeta es uno de los cantautores más prolíficos de la música española y, sin embargo, sus más de 150 canciones han sido muy poco adaptadas o tocadas por otros. El último Festival Pirineos Sur, que se celebra en Lanuza (Huesca), resolvió de golpe la carencia. Diez grupos aragoneses tocaron a su modo un puñado de clásicos del autor de El milagro de Lamberto. El resultado es el libro-CD Labordeta, Nueva visión.

Autor de 15 discos y centenares de poemas, ex profesor de Historia, cantante de voz grave y poderosa, hombre comprometido en mil batallas (desde la libertad a los pantanos), cabeza de lista por Madrid de la Chunta Aragonesista en las próximas elecciones generales y presentador del programa ecologista de TVE Un país en la mochila, Labordeta reconoce que sentía cierto temor ante el hecho de que varios grupos jóvenes revisaran sus canciones. No por nada, dice, "sino porque los aragoneses somos muy miraos, muy discretos, incapaces de vender nuestro producto y torpes para entrar en los lobbis: salvo a Bunbury, parece que no nos gusta que se hable de nosotros".Ahora admite que el resultado final de esta "recreación muy trabajada" ha sido estupendo. Entre las dos canciones que él mismo interpreta (Aqueras montañas y Jardín de la memoria), intervienen en el disco, por este orden, los grupos y solistas Al son del Sur, Distrito 14, Paco Cuenca, Willy Giménez, Acolla, Especialistas, Soul Mondo, Enfermos Mentales, Adiós Jumbo e Ixo Rai!

Diversos estilos y mestizajes, aunque Labordeta recuerda con especial cariño las versiones de Willy Giménez sobre Sanjuanada, de Especialistas con Canción de amor y de Distrito 14 con Llegar al mar. Pero todos aportan su cariño al maestro y su cuidado al recuperar algunas de las más significativas creaciones del cantautor: La vieja, Quién te cerrará los ojos, Los masoveros, Regresaré a la casa o Zarajota blues...

Los textos que acompañan a las letras y al disco son de Javier Losilla (productor artístico del concierto), Fernando G. Lucini y Gabriel Sopeña, y dan cuenta de la evolución, vigencia y coherencia ética de los textos y las músicas de este poeta comprometido y popular, hermano menor de otro gran poeta, Miguel Labordeta, al que se refería en una de sus primeras canciones: ¡Arriba, hermano hombre!... / Arriba esa mirada eterna / que desafía océanos impávidos de estrellas...".

"Segundo padre"

"Él fue un segundo padre para mí, tuvimos una relación muy estrecha", dice Labordeta, por teléfono desde el Pirineo, en una casa situada muy cerca de Canfranc. "Mi padre murió siendo yo casi un niño, así que Miguel y yo vivimos en la misma habitación hasta que yo tuve 29 años. Era un personaje tierno y generoso, un crítico estimulante que nunca te ofendía, siempre te cobijaba. Tampoco quiso ir nunca a Madrid, fue siempre muy discreto, pero muy buen conversador, gran poeta y lector".

Labordeta recuerda que su hermano poseía una biblioteca libertaria que fue fundamental para su formación de poeta y músico. Antes de cumplir 16 años ya había leído a Sartre, a Thomas Mann, a César Vallejo... "Estar con él era un aprendizaje continuo, era un gran tertuliano, en el buen sentido; un profesor lleno de historias y... Pero murió a los 48 años, del corazón. Se acostó a dormir la siesta, e1 de agosto de 1969, y ya no se levantó".

Labordeta puso la vista al frente, mirando hacia una tierra que todavía no ponía libertad, y trató de alcanzarla lo antes posible, reivindicándola desde su aspecto de alcalde de pueblo, con discos como Que no amanece por nada, Cantes de tierra adentro, Tiempo de espera, Cantar y callar, Las cuatro estaciones, Trilce..., y a través de canciones que se convirtieron en himnos de la transición, como Carta a Licinio, Aragón, Canta, compañero, canta, Meditaciones de Severino el Sordo, Coplas de Santa Orosia...

Aún en la brecha, Labordeta cantará el sábado próximo en Jaca durante un concierto contra los pantanos que anegan los valles del Pirineo aragonés. Allí presentará tres nuevas canciones, inspiradas en su pasiano Luis Buñuel. Pero que nadie se alarme: no piensa aprovechar para nada el centenario del cineasta de Calanda. "Soy lento, así que más bien esperaré a que pase para sacar el disco".

Y así, hará honor a esa condición entre discreta y surrealista que el autor de Viridiana atribuía a los aragoneses. "Contaba que, después del escándalo del estreno de El perro andaluz en París, volvió a Zaragoza, y uno le dijo: "La verdad es que la película esa del perro es flojica, don Luis. Muy flojica".

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