Ipcena lleva ante el fiscal la destrucción de un paraje de alto valor ecológico en Lleida

Lleida El grupo ecologista Ipcena de Lleida presentará hoy una denuncia ante la Fiscalía, por un presunto delito contra el medio ambiente, contra el supuesto propietario o arrendatario de una finca rústica situada entre los municipios de Torres de Segre y Soses (Segrià) que, a juicio de los conservacionistas, constituye la única zona estépica de vegetación salobre que queda en Cataluña.

En una denuncia presentada la semana pasada ante Medio Ambiente, el secretario general de Ipcena, Joan Vázquez, reclamaba una actuación urgente y firme del departamento "para evitar la destrucción de uno de los espacios naturales más frágiles, reducidos e importantes que quedan en Cataluña". Se trata de una finca de 200 hectáreas, de las cuales 60 han sido roturadas recientemente por su propietario, con lo que se ha atentado contra un rico ecosistema formado por plantas y animales de especies protegidas.El responsable de Ipcena argumenta que, en atención a criterios legales y ambientales, la citada finca debe ser considerada como zona forestal con un alto valor ecológico. Estos terrenos rústicos no se han cultivado desde hace 50 años debido a la gran salinidad del suelo, lo cual ha facilitado que se haya poblado de una rica fauna y de una vegetación arbórea y herbácea típica de zonas húmedas salobres.

Vázquez recuerda que el artículo 23 de la Ley Forestal de Cataluña de 1988 se refiere a la posibilidad de que se roturen terrenos forestales siempre que exista autorización previa para ello y la roturación no comporte riesgos contra el medio ambiente, normativa que no ha sido observada en este caso por el propietario de la finca, que no sólo ha hecho caso omiso de una orden de la guardería forestal para que dejara de labrar los terrenos, sino que ahora lo hace con más tractores a la vez para avanzar más.

Según Ipcena, la finca de Torres de Segre resulta de gran importancia desde el punto de vista de la biodiversidad, ya que es el único salobral bien conservado que existe en Cataluña, con comunidades de vegetación bien representadas y estructuradas, entre las que destacan diferentes familias hidrófilas y halófilas, como el tamarigal, el espartizal y el cañizal, que forman parte de la lista de hábitats que necesitan una protección especial, como reconoce la Unión Europea.

En estos salobrales también se han desarrollado especies muy interesantes desde el punto de vista faunístico, destacando la presencia de ortópteros como el Mioscirtus wagneri y el Spphingonotus azurescens.