Nueva Zelanda captó la atención del mundo por unas horas
En las últimas horas del año 1999 y las primeras del 2000 el mundo tuvo los ojos puestos en Nueva Zelanda, el primer país industrializado en entrar en el año nuevo y en afrontar, por tanto, el efecto 2000.Llegó la hora de la verdad y no hubo cortes de luz o de agua, los hospitales funcionaron con normalidad y los aviones despegaron y aterrizaron sin problemas. La transición del primer país industrializado se superó con éxito. Los demás países respiraron tranquilos, especialmente Australia, que con una diferencia horaria de dos horas no habría tenido tiempo de reaccionar en caso de un fallo grave. En Australia hubo problemas, pero fueron de poca monta: unos expendedores de billetes de autobús y de tranvía en Hobart y Adelaida no pudieron leer la fecha del 2000.
"Ha sido un resultado excelente y muestra que se han invertido bien los recursos económicos y humanos por parte de todos los sectores implicados", declaró David Henry, vicepresidente de la Comisión del Año 2000 de Nueva Zelanda. Henry explicó que 4,7 millones de personas de todo el mundo consultaron por Internet la web de la comisión en las primeras ocho horas del nuevo año: 1,5 millones lo hicieron desde Australia y Nueva Zelanda, pero la mayoría, 3,2 millones, lo hizo desde países del resto del mundo, una clara demostración del súbito interés que despertó en todas partes lo que sucedía en este país del Pacífico.
Bien preparados
Las telecomunicaciones, los transportes, los suministros de agua, gas y electricidad, los bancos demostraron estar perfectamente preparados para entrar en el 2000 sin trastornos. Todos habían seguido las pautas establecidas por la comisión para verificar que sus sistemas informáticos estaban preparados y los planes de actuación ante posibles contingencias a punto.
Buen ejemplo de ello era la flota de seis helicópteros pertenecientes a la compañía eléctrica Transpower y sus respectivos equipos técnicos, listos para despegar hacia cualquier rincón del país. Incluso los vigilantes del zoo de Auckland estuvieron en alerta por si fallaba el suministro de luz y los animales peligrosos saltaban las vallas electrificadas.
Durante la noche de transición del año 1999 al 2000, 50 técnicos en telecomunicaciones estuvieron trabajando en el centro ubicado en el Parlamento de la capital, en Wellington. Su función esencial fue garantizar la cooperación estratégica entre el Gobierno y el sector privado.
Esta oficina, que funcionará hasta finales de marzo, está conectada con el Centro de Cooperación Internacional para el Efecto 2000, con sede en Washington.
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