Varios soldados borrachos matan a dos niñas en Ingushetia
La muerte de dos niñas ingushes, de siete y ocho años, atropelladas por un camión militar ruso, cuyo conductor y ocupantes estaban borrachos, ha desatado una oleada de indignación en Ingushetia, república caucásica que, desde el comienzo de la guerra en Chechenia, ha recibido más de 200.000 refugiados. Tras el incidente, un grupo de personas que lo presenció intentó linchar a los soldados, que sufrieron diversas contusiones. Uno de ellos tuvo que ser tratado en el hospital.
El suceso ha llevado al presidente ingush, Ruslán Aushev, un veterano de la guerra de Agfanistán extremadamente crítico con la "operación antiterrorista" lanzada por las tropas rusas, a declarar que presentará una protesta ante el primer ministro, Vladímir Putin. "El Ejército ruso", señaló Aushev, "está completamente desorganizado en este momento y necesitado seriamente de control. La gente está sacando la impresión de que no hay ninguna ley para los soldados, de que tienen vía libre, y eso puede tener consecuencias peligrosas".
Hace unas semanas, un soldado aparentemente borracho mató a tiros, también en Ingushetia, a la encargada de un quiosco callejero. A comienzos de diciembre, soldados igualmente ebrios se entregaron a una orgía de sangre en la localidad chechena de Alján Yurt, unos 15 kilómetros al sureste de Grozni. Murieron al menos 40 personas, algunas de ellas, supuestamente, por la explosión de granadas lanzadas al interior de sus viviendas e incluso por decapitación. La noticia, sustentada en numerosos testimonios, no tiene aún confirmación oficial, aunque se ha abierto una investigación.
Los rumores de destitución del general Vladímir Shamánov, jefe del frente Oeste y responsable de la unidad que presuntamente cometió la matanza, no se han concretado. Por el contrario, Shamánov, junto a otros jefes militares, fue condecorado el martes por el presidente Borís Yeltsin como héroe de Rusia.
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