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Muere Curtis Mayfield, gran creador del 'soul' concienciado

El músico predicó la ética del 'orgullo negro'

Diego A. Manrique

En la música afroamericana abundan las historias de mala fortuna, pero pocas tan dramáticas como la de Curtis Mayfield: en 1990, durante un concierto al aire libre en Brooklyn, cayeron sobre el cantante unos focos y quedó paralizado. Durante los sesenta y los setenta, Mayfield fue la presencia dominante en el suntuoso soul de Chicago. El pasado domingo murió, con 57 años, después de haber predicado siempre el orgullo negro.

Después del accidente, su familia le llevó a Atlanta, donde el coste de su tratamiento le dejó en la penuria, situación complicada por un incendio que destruyó su casa, donde vivía con su esposa, Altheida, y parte de sus 10 hijos. Por una vez, la industria y sus compañeros supieron reaccionar a tiempo. Curtis pudo contemplar cómo Bruce Springsteen, Aretha Franklin, Elton John, Eric Clapton, Vernon Reid, Stevie Wonder, Phil Collins y otras estrellas del rock y el soul le homenajeaban con dos discos benéficos que contenían versiones de sus composiciones, People get ready (1991) y A tribute to Curtis Mayfield (1994). Ingresó en el Rock and Roll Hall of Fame por partida doble, como miembro de The Impressions y como solista.Increíblemente, desarrolló una técnica para cantar tumbado y volvió a grabar, lanzando en 1996 el emotivo New world order. Pero su salud se fue deteriorando, sufrió en 1998 la amputación de su pierna derecha y murió el pasado domingo en un hospital de Georgia por causas no especificadas.

Nacido en Chicago en 1942, se dió a conocer con The Impressions, grupo que tuvo su primer éxito en 1958 y que sería el vehículo ideal para su estilo majestuoso, marcado por los ecos de la música de iglesia, y sus preocupaciones humanistas. En línea con las enseñanzas de Martin Luther King, Mayfield y los Impressions alternaron un apasionado repertorio romántico -Gipsy woman es el paradigma de esa faceta- con exquisitos discos que contenían mensajes de orgullo negro, como We"re a winner, People get ready, Choice of colours, This is my country o Check out your mind.

Un modelo musical e ideológico que resultó decisivo en, por ejemplo, The Wailers, el grupo jamaicano donde cantaba Bob Marley (que imitaba hasta su forma de vestir y grabaría su People get ready, al igual que Rod Stewart).

Expansión creativa

La idea de que la comunidad negra debía generar sus propias empresas y plataformas de expresión le llevó a fundar el sello Curtom, donde aprovechó a fondo su inmensa experiencia como compositor, guitarrista y productor con artistas como Major Lance, Jerry Butler o Gene Chandler. Esa autonomía era envidiada por Stevie Wonder y Marvin Gaye, sus principales competidores en aquella época de expansión creativa, que tuvieron que luchar agriamente contra su discográfica, Motown, para conseguir independencia artística. En Curtom debutó como solista, aunque continuó ayudando a The Impressions y a muchos otros artistas, un periodo de alta creatividad que ahora se puede paladear en cuidadas reediciones digitales que Mastertrax distribuye en España.

La carrera de Mayfield como solista alcanzó su pináculo de popularidad en 1972 con la banda sonora de Superfly, la historia de un traficante de drogas de Harlem al que el cantante retrataba como una víctima de su negocio y de sus circunstancias raciales. Curtis seguiría editando canciones didácticas, a veces con lenguaje bíblico y siempre con mirada compasiva, una decisión ética que le hizo perder parte de su público original. Por el contrario, su cotización subió en el Reino Unido, donde músicos y público en general apreciaban sus percusiones latinas, sus guitarreos, la relajada intensidad de sus sermones sobre el mundo, el demonio y la carne. En Estados Unidos, sus rotundas grabaciones fueron una mina para los sampleadores del rap. De hecho, artistas de este género, como Ice-T o Arrested Development, se aproximaron respetuosamente a él: habían descubierto que sus himnos al orgullo negro, al trabajo y a la autoestima todavía tenían sentido, por no hablar de su tesón frente al infortunio personal.

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