Dos semanas de incertidumbre ecológica y judicial

El nombre del petrolero Erika se añade ya a la lista de mareas negras. He aquí la historia de dos semanas especialmente duras para la ecología de Bretaña.

12 de diciembre.

El petrolero de bandera maltesa Erika se hunde a 75 kilómetros de la costa de Bretaña. Los 26 tripulantes son rescatados con helicópteros, en medio de la intensa tormenta. Se calcula que entre 4.000 y 8.000 toneladas de fuel se han vertido al mar. El barco transportaba 30.000 toneladas. TotalFina, la empresa petrolera que había fletado el Erika, indica que no se había detectado ningún problema a bordo mientras se llenaban los depósitos: según su informe, el barco había sido controlado, en el plazo de un año, por las autoridades rusas en Odesa y por las italianas (Registro Navale Italiano, Rina) en Génova.

14 de diciembre.

El capitán del Erika es detenido. Las autoridades francesas empiezan a temer públicamente una marea negra.

15 de diciembre.

La Marina francesa envía tres barcos a bombear el fuel, y portavoces oficiales califican la operación de "difícil, pero no imposible"; sobre el futuro de la marea negra, declaran: "Contemplamos todas las posibilidades, lo mejor y lo peor".

16 de diciembre.

Se reconoce oficialmente el fracaso de cercar el fuel con barreras, y la especial viscosidad del combustible no permite tampoco que las tareas de aspiración avancen satisfactoriamente.

17 de diciembre.

Salvamento Marítimo Español, dependiente del Ministerio de Fomento, concentra equipos en el Cantábrico, ante la previsión de que la marea negra llegue a España.

20 de diciembre.

Ya son nuevebarcos, dos de ellos españoles, los que luchan contra la marea negra, a 40 kilómetros de la costa. Se calcula que el vertido puede llegar a la isla de Yeu el día 23.

21 de diciembre.

Doscientos soldados se concentran en la costa bretona. Se habla de un vertido total de 12.000 toneladas, de las que sólo se habrían aspirado 400. Incertidumbre sobre vientos y corrientes, pero se especula sobre que el fuel alcanzará la costa durante la Nochebuena o el día de Navidad.

23 de diciembre.

Francia pone en marcha un plan de emergencia: 1.000 soldados, con personal civil, aguardan en la costa para limpiar los residuos de combustible que lleguen a tierra. Las zonas más amenazadas son protegidas mediante diques flotantes en el mar. El vendaval empeora las cosas. Los especialistas sitúan los puntos más peligrosos entre las localidades de Le Croisic y Noirmoutier, al sur de Bretaña. La compañía TotalFina insiste en negar toda responsabilidad. Greenpeace anuncia que se integrará en la demanda contra ella en calidad de "víctima".