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LAS CAPITALES CULTURALES DE LA EUROPA DEL 2000

Aviñón se decanta por el culto a la belleza

La bella ciudad francesa del teatro aprovecha la celebración para hacer mejoras urbanísticas

El programa de actividades culturales organizado por Aviñón para celebrar su co-capitalidad europea en materia cultural a lo largo del 2000 es muy amplio, pues incluye exposiciones, reformas urbanas, fiestas, rehabilitación del patrimonio, música, teatro -al margen de su famoso festival-, cine o gastronomía.Las iniciativas más destacadas pueden resumirse así: exposiciones alrededor del concepto de belleza, es decir, de su experiencia -esculturas de Camille Claudel, pinturas de Holbein, dibujos de Piranesi, instalaciones de Boltanski, objetos de Anish Kapoor, vídeos de Bill Viola, etcétera-, creación de un Hogar de las Metamorfosis, en el que 50 artistas propondrán cambiar el aspecto del visitante e invitación a 10 creadores célebres -David Lynch, Ta-keshi Kitano, Alexander McQueen, Philippe Stark, entre otros- para que modifiquen el paisaje urbano.

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A Jeff Koons y Annette Messager se les han encargado dos esculturas; a Vito Acconci, un lugar para patinadores, y a Gaetano Pesce y Sonia Rykiel, otro para experiencias gastronómicas. Christian Lacroix diseñará la ropa para los guías de la ciudad.

La isla de la Barthelasse, enfrente de la ciudad, será convertirá en el mirador ideal sobre Aviñón, mientras que la galería Yvon Lambert creará un centro de arte contemporáneo con 400 obras, unida a una escuela.

Una compañía de teatro pondrá en escena un espectáculo sobre la historia de la ciudad, se crearán dos óperas y un ballet, se editará una colección de viejas recetas de cocina aviñonesa, al mismo tiempo que se rescata la liturgia y la música del Códice Calixtino. Se celebrará también un congreso sobre los beneficios económicos que reporta el saber revalorizar la cultura regional.

En resumen, Aviñon escoge la belleza como tema central de todas sus actividades, privilegia más lo efímero, pero no olvida la restauración o puesta al día del patrimonio de una ciudad que, cualquier otro año, ya tiene una oferta cultural más que notable.

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