Bolonia se vuelca en la cultura 'internauta'
El edificio de la antigua Bolsa será sede de la biblioteca informática más importante de Italia
LAS CAPITALES CULTURALES DE LA EUROPA DEL 2000Bolonia, con sus 37 kilómetros de calles porticadas, sus torres medievales y su numerosísima población universitaria (más de 100.000, es decir, casi un tercio del total de habitantes), podría haberse contentado con organizar unas cuantas exposiciones, conciertos y unas visitas guiadas por su casco antiguo. Sin embargo, consciente de que la competencia es mucha, se ha volcado en la comunicación informática.Organizadores y patrocinadores han echado toda la carne en el asador para instalar en el edificio de la antigua Bolsa de la ciudad una biblioteca informática que dispondrá de más de 900 sitios conectados a Internet, aparte de otras 400 dotaciones multimediales, situándose holgadamente a la cabeza de las bibliotecas italianas. El semiólogo Umberto Eco se ocupará, precisamente, de las comunicaciones, en calidad de consejero asociado.
Otro edificio histórico, la vieja fábrica de Tabaco, se convertirá en el Barrio de las Artes Visuales, la Comunicación y el Espectáculo, mientras los viejos palacios Re Enzo y Sanguinetti (donde se instalará el Museo de la Música) serán sede de las exposiciones más importantes. Dos de las grandes muestras se desarrollarán entre el 12 de mayo y el 31 de octubre, en la Galería de Arte Moderno y en el Museo Morandi. Entre ambas se exhibirán las obras de algunos de los más destacados artistas europeos modernos (Francis Bacon, Claudio Fontana, Munch, etcétera, en la Galería, mientras en el Museo Morandi se podrán admirar obras de Giacometti, Paul Klee y Cézanne). La ciudad enseñará lo mejor del arte del siglo XIII, que floreció especialmente en Bolonia, en una muestra prevista para abril. Y en octubre se inaugurará en el Museo Cívico Arqueológico una exposición dedicada a Príncipes etruscos entre el Mediterráneo y Europa.
Bolonia ofrece también una visita guiada en microbuses por las calles de su espléndido casco medieval y renacestista. Sin olvidar las delicias gastronómicas que le han hecho una de las ciudades más cotizadas (y caras) de Italia.
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