Bilbao adecuará su plan urbanístico a la medida del proyecto de Isozaki en Uribitarte

Poco más de un mes ha transcurrido desde que el arquitecto japonés Arata Isozaki conociese el hoy fantasmagórico edificio que fue el depósito franco, ubicado en el muelle de Uribitarte de Bilbao, hasta que entregó su propuesta para revitalizar la zona. El concejal de Urbanismo, Ibon Areso, explicó ayer que el proyecto obligará a modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para que los nuevos edificios alberguen viviendas y por que las dos torres que se erigirán en la puerta del Ensanche a la Ría superan la altura permitida.

Isozaki no tardó mucho en aceptar el encargo de la compañía propietaria del edificio Uribitarte -un inmueble en ruina desde que la anterior empresa dueña quebró- que la alcaldía avaló desde el primer momento. Isozaki se une con este proyecto a la nómina de figuras de la arquitectura mundial que dejarán su firma en Bilbao. El profesional japonés es autor, entre otros trabajos, del Palau Sant Jordi de Barceloan y de la reforma de la sede del Guggenheim en el Soho de Nueva York.El espectacular proyecto, que abarca un par de edificios más además del de Uribitarte, fue presentado ayer por Areso. "El otro Abandoibarra" será, en palabras del responsable de Urbanismo de Bilbao, "una puerta que facilite la incorporación del Ensanche a la Ría". El arquitecto propone levantar dos altísimas torres (de unos 20 pisos) que serán el lugar donde se encuentren el puente peatonal de Calatrava y una de las arterias que cruza la ciudad, la calle Ercilla. La propuesta tiene otra parte, la que afecta al edificio Uribitarte. La idea de Isozaki es rehabilitar la fachada frontal y trasera del antiguo depósito franco y crear una plaza al aire libre en su interior rodeada de bloques de viviendas y de un atrio. El edificio también albergaría tiendas u zonas de ocio.

El nuevo Uribitarte profundizaría la transformación de la ciudad que empezó a cuajar con la construcción del Guggenheim, el Metro, el Palacio Euskalduna y la ampliación de Museo de Bellas Artes.

Trabajo artesanal

El arquitecto Iñaki Aurrekoetxea, colaborador local de Isozaki en este proyecto, explicó que el japonés suele usar materiales autóctonos del lugar donde se levanta la obra y destacó su preferencia por el trabajo artesanal.

Hacer realidad lo plasmado en los planos implicará modificar el Plan General de la capital. Areso dejó patente que, a su juicio, ello no será un problema: "En vez de hacer un edificio cumpliendo las ordenanzas, vamos a hacer unas ordenanzas cumpliendo el edificio", aseguró. Explicó también que las posibles modificaciones del PGOU deben ser aprobadas en pleno por al menos 15 de los 29 concejales.

Antes de presentar la maqueta en conferencia de prensa, Areso informó del proyecto a la comisión municipal de urbanismo. El edil se mostró satisfecho ante las primeras reacciones del resto de los grupos: "Mayoritariamente hay consenso. Hay algun grupo que quiere reflexionar más, pero no he percibido rechazo".

El grupo socialista advirtió, en una nota, de la necesidad de que todos los conflictos judiciales que afectan a Uribitarte estén zanjados y existan garantías del visto bueno de los propietarios antes de cambiar el Plan General.