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Cascos dice que CiU, CC y PNV se arrepentirán de votar contra el Ejecutivo

Anabel Díez

El vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, auguró ayer que todos los grupos políticos que derrotaron al Gobierno en su intento de cambiar la Ley de Extranjería se arrepentirán cuando lleguen las elecciones de marzo. "No les veo entusiasmados ni al PNV ni a CC ni a CiU. Y cuando pasen los días es previsible que incluso estén preocupados y en marzo se verá de quién es la torpeza, porque a lo mejor se marcan un gol en propia meta", afirmó.

Además de lanzar estos malos augurios contra los socios del Gobierno, Álvarez Cascos anunció que si el PP vuelve a ganar las elecciones será "más generoso" que el resto de los grupos a la hora de elaborar una nueva ley de extranjería que modifique la que fue aprobada el miércoles en el Congreso, a la que se opone el Gobierno.El vicepresidente primero anunció que su partido y el Ejecutivo explicarán a los ciudadanos que algunos aspectos de reforma que no han conseguido introducir mejorarían la situación de los inmigrantes y así lo harán saber a la opinión pública. Por ejemplo, con los cambios frustrados podrían acceder a una regularización extraordinaria aquellos inmigrantes que llegaran a España antes del 15 de noviembre pasado en tanto que ahora sólo se aplicará a quienes están desde antes de junio, afirmó Álvarez Cascos, tras la reunión del Consejo de Ministros.

El Gobierno quiere contrarrestar la imagen de derrota que pudiera derivarse de este fracaso. Para conseguirlo tiene previsto, por un lado, atacar la ley que aprobó el PSOE hace 15 años y, por otro, tratar de demostrar que las cosas irán mejor para todos, incluidos los inmigrantes, si el PP gana las elecciones y tiene "mayoría suficiente" para cambiar la ley. El vicepresidente sonrió al hablar de su "torpeza" en el manejo de la situación que ha llevado a la aprobación de una ley que no quería el Gobierno. "En marzo [fecha de las elecciones] se verá de quién es la torpeza, a lo mejor es de quienes se marcan un gol en propia meta". El vicepresidente dio un "no rotundo" a la posibilidad de que el Gabinete vaya a recurrir la ley ante el Tribunal Constitucional. Todos los posibles cambios vendrán en la próxima legislatura.

De momento en la oposición no se aprecia públicamente atisbo de arrepentimiento por haber impedido la introducción de los cambios que pretendía el Ejecutivo. El portavoz de CiU en esta ley, Carles Campuzano, afirmó ayer que la norma no va a provocar una entrada masiva de inmigrantes, "ni es un coladero ni se aleja de los parámetros de la Unión Europea". Campuzano reconoce que la tramitación ha tenido tintes "esperpénticos" difíciles de entender por los ciudadanos.

Desde el lado socialista también se trató de tranquilizar a la opinión pública. La secretaria general del grupo parlamentario, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró en este sentido que "si el Gobierno es responsable y la aplica con mesura, moderación y consenso no habrá ningún problema". Las alusiones al consenso tienen que ver con la posibilidad que ahora hay de acuerdo en la elaboración del reglamento que desarrolla aspectos importantes de la ley.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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