La UE exige a China respeto a la disidencia y a los derechos humanos
La Unión Europea (UE) presionó ayer a China para que ratifique dos convenios internacionales sobre protección de derechos humanos, al tiempo que expresaba su preocupación por el acoso de las autoridades de Pekín a los disidentes democráticos. La cumbre anual chino-europea estuvo también marcada por la petición de los Quince a China para que abra su mercado antes de incorporarse a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, presentó al primer ministro chino, Zhu Rongi, las exigencias de la Unión Europea (UE) para el acceso de China a la OMC, en la cumbre bilateral celebrada ayer en Pekín.Por su parte, el comisario de Relaciones Exteriores de la UE, Chris Patten, transmitió a Zhu su preocupación por la persecución de la secta budista Falun Gong, ilegalizada por Pekín el pasado 22 de julio, y que ha desatado la mayor represión de los últimos años en China. La persecución de los disidentes políticos, la aplicación masiva de la pena de muerte y la represión en el Tíbet fueron otras de las cuestiones analizadas por el primer ministro chino y sus interlocutores europeos, que evitaron lanzar críticas directas contra el Gobierno de Pekín.
Patten, que temía un enfrentamiento con Pekín, declaró a la salida de la cumbre que se había visto sorprendido por lo bien que había sido recibido por las autoridades chinas, que en su época como último gobernador británico de Hong Kong le calificaron como "enemigo antichino".
La delegación de la UE, encabezada por el primer ministro finlandés, Paavo Lipponen (que ejerce la presidencia rotatoria de la UE hasta el próximo día 31), y por el propio Prodi, destacó que los Quince están de acuerdo en un 80% con las concesiones realizadas por Pekín a Washington en el pacto bilateral chino-estadounidense alcanzado el 15 de noviembre. Entre los puntos más conflictivos se encuentra la política antidúmping de la UE, destinada a combatir el comercio desleal que supuestamente realiza China mediante estímulos a la exportación y otros subsidios no compatibles con las normas de la OMC. Antes de que comenzara la cumbre, un alto funcionario chino criticó la política comunitaria, tachándola de "discriminatoria y proteccionista". El comisario europeo de Comercio, el francés Pascal Lamy, viajará a Pekín a principios del año próximo para intentar cerrar "cuanto antes" el acuerdo bilateral que facilite el acceso de China a la OMC. La UE, con un volumen anual de intercambios de unos 50.000 millones de euros, es el tercer socio comercial de China, por detrás de Japón y Estados Unidos.
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