Un combustible de alta viscosidad

La viscosidad del fuel transportado por el Erika se debe a que se trata del combustible resultante del refinado del petróleo bruto, del que se extraen elementos más ligeros, como el queroseno, el gasóleo, la gasolina o el gas líquido. Este fuel pesado sirve casi exclusivamente como combustible de las centrales térmicas. Para que arda hay que calentarlo alrededor de los 100 grados, cuestión que hace totalmente imposible quemarlo mientras está en el agua.En el sector petrolífero, el vertido de 10.000 toneladas del Erika se considera una cantidad menor y de escaso riesgo, a menos que se deposite en una playa o sobre cultivos marítimos. Si la marea lo desplaza hasta las costas, elimina todo vestigio de biodiversidad porque impide la transmisión del oxígeno; ahoga a las plantas y a los peces.

La limpieza de las playas, llegado el caso, se realizará mediante la extracción de la arena contaminada y su lavado en plantas especializadas; después se devuelve a la playa, exenta, eso sí, de todos los microorganismos que poseía antes de contaminarse. Cuando se localiza en mares de fuerte oleaje, el batido de las olas acaba dispersando el fuel y degradándolo al cabo de 15 días. En caso contrario, se extrae mediante bombas, ya que su mayor densidad con relación al agua lo hace flotar y facilita su recuperación. Si esto no es posible, los técnicos recurren como última solución a la aplicación de potentes dispersantes químicos.