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La 'Mars Global' empieza a buscar la última nave perdida en Marte

La nave Mars Global Surveyor, en órbita de Marte, está realizando desde el pasado jueves con su cámara observaciones periódicas de la zona del polo sur marciano donde estaba previsto que aterrizara la Mars Polar Lander, de la que no se tienen noticias desde que llegó a Marte el pasado 3 de diciembre. La primera etapa de esta búsqueda finalizará el 24 de diciembre, ha anunciado la NASA. Las imágenes enviadas por la nave en los próximos días serán estudiadas minuciosamente para intentar distinguir en ellas elementos extraños que pudieran corresponder al módulo de aterrizaje, el paracaídas o la cubierta térmica de la Mars Polar Lander. La Mars Global Surveyor sobrevuela el polo sur marciano a unos 383 kilómetros de altura.El diseñador de la cámara, Mike Malin, de la empresa Malin Space Science Systems, se ha mostrado pesimista sobre la posibilidad de que se vea algo en las imágenes, informa Space.com. Este pesimismo se debe a la pobre iluminación del área estudiada. En esta época del año el sol no se pone nunca en esta región pero tampoco se eleva mucho en el horizonte, por lo que las imágenes presentan poco detalle y tienen más ruido. Si la nave estuviera entera y en la zona observada, no ocuparía más de dos elementos de imagen o pixels.

Daniel Goldin, director de la NASA, ha anunciado también que A.Thomas Young ha sido encargado de presidir la comisión que revisará las misiones marcianas de la agencia espacial estadounidense tras la pérdida sucesiva de dos naves, la Mars Climate Orbiter y la Mars Polar Lander. Young ocupó hasta 1995 un alto cargo en la empresa Lockheed Martin, fabricante de las dos naves, pero antes fue el director de las misiones Viking que aterrizaron en Marte con éxito en 1976. La comisión emitirá su informe en marzo de 2000.

"Discovery"

La cuenta atrás del transbordador Discovery se reanudó ayer en Cabo Cañaveral, tras la interrupción del día anterior, con vistas al lanzamiento previsto para la madrugada de hoy. La tripulación a bordo del transbordador debe reparar en órbita el telescopio Hubble, ahora apagado tras haber fallado la mayor parte de sus giróscopos. La misión ha sufrido siete aplazamientos por motivos técnicos relacionados con el transbordador. Una vez empezada la cuenta atrás, cada día de retraso supone un gasto de 165 millones de pesetas.

A las seis de la tarde de ayer empezaron las operaciones de carga de combustible, a pesar de que la predicción meteorológica no era buena, debido a la existencia de nubes bajas. El inicio del vuelo puede retrasarse un día más -en cuyo caso su duración se acortaría de 10 a 9 días- o dejarse para el año 2000, ya que el transbordador debe estar de vuelta y todos los sistemas electrónicos propios y de la base apagados cuando se produzca el cambio del año 1999 al 2000, como precaución ante el efecto 2000.

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