Travesía juvenil por el ciberespacio

Recorrer el ciberespacio encima de una tabla de surf es una experiencia posible en la 21ª edición de Juvenalia 99. Allí también se puede volar por un cielo azul cibernético encima de un ala delta y creerse más ágil que las aves. Todo ello, gracias a la realidad virtual, que este año ocupa uno de los más de cien pabellones de la feria que cada año organiza la Comunidad de Madrid.Para muchos de los visitantes, lo más divertido es poder cruzar una pista de hielo virtual en la que los improvisados esquiadores se mueven a velocidades increíbles. Basta con observar fijamente unas gafas con una pequeña pantalla incorporada y girar la cabeza de un lado a otro para lograr el efecto deseado.

"La realidad virtual atraerá a mucha gente", decía ayer Alberto, un joven de tan sólo 18 años, con cara de genio de la informática, que trabaja en la empresa que suministró los juegos. En el primer día de Juvenalia, todo era sorpresa: desde una empresa que permitía a los visitantes participar en la creación de una película de dibujos animados poniéndoles voz y movimiento, hasta una videoconferencia que permitía, a través del ordenador, hablar y ver al mismo tiempo a cualquier persona en cualquier lugar del mundo.

"Esto mola, esto de los avances tecnológicos es muy divertido", decía, entre sorprendida e incrédula, Esther, una chica de 18 años que se ha convertido en visitante habitual de Juvenalia. Esther había asistido ya a una clase rápida del sistema Morse, y hasta había observado la evolución del teléfono desde los primeros intentos de Alexander Graham Bell en 1876 hasta los sofisticados sistemas de comunicación actuales.

Este año, el lema en Juvenalia es la comunicación. Y por ello, los visitantes podrán asistir a talleres de radio y escuchar programas antiguos o ser testigos del proceso de creación de un periódico. Además, los pequeños pueden dejarse seducir por las historias que narran los libros de la biblioteca infantil y juvenil de Juvenalia, y otros hasta pueden aprender, en cuestión de minutos, los símbolos del lenguaje para sordomudos. Y claro, también está el conocido fenómeno del chat, unos canales de comunicación en tiempo real a través de Internet que permiten conversar con cualquier persona en cualquier punto del planeta.

Por los pasillos de la feria también era posible ver ayer a un semidios griego contando las hazañas de sus antepasados. Los niños lo escuchaban embelesados, asombrados con la magia de sus palabras. Era la otra cara de Juvenalia, la de los cuentos, la de los espacios dedicados a la imaginación.

Por supuesto, no podían faltar los espacios dedicados al juego, a la diversión pura. Por allí se oían las risas de los primeros en llegar a la feria. Niños y niñas que se sumergían en piscinas repletas de pelotas de colores, que saltaban en trampolines o que disputaban un partido de voleibol en una improvisada cancha de arena. "Lo guay es que hoy no hay mucha gente porque es el primer día", decía Martha, otra joven visitante.

Uno de los sitios que más interés despertaba entre los niños y adolescentes era el del Ejército de Tierra. Sólo se requería un poco de paciencia y muchas ganas de aventura. "Venimos aquí porque nos gusta el riesgo", decían, casi a coro, los chavales de un colegio que aguardaban con paciencia entrar al recinto. Allí, un grupo de soldados profesionales pintaba las caras de los niños y los preparaba para la dura carrera: atravesar un camino de obstáculos, cruzar un puente, salir ileso de un laberinto y escalar una enorme pared. "Todo esto de Juvenalia está hecho contra las drogas", decía Naiara, una niña de 13 años. Y enseguida, Alicia, su compañera, agregaba: "Y creo que está dando resultado, porque a ninguno de nosotros nos gustan las drogas. Son muy malas y te fastidian todo el organismo, los pulmones, todo".

Juvenalia 99. Del 17 al 28 de diciembre (de 10.00 a 20.00), excepto los días 24 y 25, que está cerrado. Recinto ferial Juan Carlos I. Entrada gratuita.