¿Esto es normal?
A las 7.30 del día 7 del presente mes, en la calle de Los Madrazo había ya más de trescientas personas procedentes de fuera de la UE a fin de solicitar su residencia o recoger su documento. La cola siguió alargándose y el número de solicitantes ascendió hasta al menos 400. Yo también fui uno de ellos. Esperamos a que se abriera la comisaría a las nueve. Lo que ocurrió es que sólo admitieron a unas cien personas (poquito a poco) y los demás tuvimos que seguir esperando con el frío hasta que nos tocara el turno. Pasadas las 10.30, el policía de la entrada dijo: "Ya no dejamos entrar más. Todos tendrán que volver el jueves". ¿Esto es normal?Mi valioso tiempo se desvaneció y el madrugón que me pegué no sirvió para nada, ya que tampoco ofrecieron la vez para el jueves 9. Una señora que esperaba desde las cinco de la madrugada se quejaba. Le contestó el policía fríamente: "Si no quiere perder su turno, espere aquí hasta el jueves". Dicen que en Barcelona, a pesar de que haya innumerables residentes de origen extranjero, tramitan bien este asunto. Disponen de un número de teléfono para atender y dar citas. Así, ningún solicitante sufriría tanto como nosotros, que vivimos en Madrid, temblando por el frío invernal y siendo al final rechazados tras varias horas de espera.
Hasta hace siete años se podía solicitar en la comisaría más cercana, pero ahora el sistema ha empeorado, porque para los extranjeros no comunitarios sólo se dispone de la de Los Madrazo.
Sabemos que no se podría despachar de golpe una multitud de solicitantes en un día, pero hay solución si aplican lo que hacen los catalanes.
Creo que los funcionarios que se dedican a ello deberían experimentar lo que nosotros: cuánto se sufre con la helada y qué desesperación van a tener al ser rechazados. ¿Es que no se les ocurre alguna solución? Tengan en cuenta que hay muchos solicitantes de avanzada edad y ¿acaso todos, tanto jóvenes como ancianos, debemos esperar desde las dos de la madrugada? Es una barbaridad, de verdad. Que tomen de manera inmediata una medida para solucionar este asunto, ya que no somos pocos ni queremos sufrir una vez más. Ésta no es mi voz, sino la voz de miles de solicitantes no comunitarios.- . .
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