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AENA prohibirá volar de noche a los aviones antiguos equipados con 'silenciador'

Vicente G. Olaya

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Cinco cargueros interrumpen el sueño diario de miles de residentes en los núcleos urbanos próximos a Barajas. A esa conclusión ha llegado el director general de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), Francisco Cal Pardo, tras un estudio de las causas del malestar vecinal por el ruido de los vuelos nocturnos que salen o llegan a Barajas."Son aviones del capítulo II [que desde julio de 1997 tienen prohibido operar en Barajas entre las doce de la noche y las siete de la mañana] que han reformado sus motores con un husky [silenciador] para que se les considere del capítulo III [aviones más silenciosos que pueden operar a cualquier hora del día o de la noche]".

Cal Pardo asegura que cuando el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, anunció la pasada semana que prohibiría los vuelos de aviones pertenecientes al capítulo II "se refería en realidad a los reconvertidos al capítulo III mediante el husky".

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En la mayor parte de los aeropuertos europeos, según el director general de AENA, ya no pueden volar los aviones del capítuloII que han sido reconvertidos mediante husky (ronco, en inglés) al capítulo III. "Lo que estamos intentando ahora", señala Cal Pardo, "es que esos aviones dejen de operar por la noche". El jefe de comunicación de AENA, Carlos E. Rodríguez, detalla que entre cuatro y cinco naves de ese tipo sobrevuelan Barajas cada día y "despiertan a los vecinos". Rodríguez explica que, aunque parezcan pocos aviones, "son 25 operaciones a la semana" que causan molestias. Desde el 1 de mayo próximo, esos aviones no van a poder matricularse como pertenecientes al capítulo III, según Cal Pardo.

AENA reconoce que Barajas no aplica con rigor la norma que prohíbe los vuelos nocturnos ruidosos

Francisco Cal Pardo, director general de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), asegura que "desde América" se está presionando para mantener en funcionamiento a los aviones del capítulo II (ruidosos), que se reconvierten mediante la colocación del silenciador para pasar a una categoria en la que pueden operar a cualquier hora del día."Aviación Civil", explica Cal Pardo, "matricula actualmente como capítulo III [silenciosos] a todos los aviones del capítulo II que colocan el husky en sus motores. Esa situación va a cambiar desde mayo".

El Ministerio de Fomento, a través de su delegación aeroportuaria, AENA, quiere endurecer aún más las restricciones nocturnas vigentes en Barajas para satisfacer una parte de la demanda de los vecinos, que se manifiestan desde hace meses, coincidiendo con la inauguración de la tercera pista y el aumento de actividad en el aeropuerto madrileño.

Los residentes en los barrios próximos al aeropuerto reclaman el cierre total de Barajas entre las once de la noche y las siete de la mañana. El ministro de Fomento ya ha descartado esa posibilidad. Las principales compañías aéreas y los sindicatos criticaron el "electoralismo" del que hacía gala el ministro al encargar un estudio sobre la posible supresión de los vuelos nocturnos.

Los vecinos creen que Arias-Salgado ha cedido a las presiones de las compañías aéreas al renunciar al cierre nocturno de las dos pistas.

Los gestores de AENA reconocen que desde que se aplica la prohibición de volar por la noche a los aviones más antiguos y ruidosos, los del denominado capítulo II, hay muchas operaciones que han incumplido las normas.

"Quizás no ha habido el rigor suficiente en el aeropuerto de Barajas para aplicar esas prohibiciones", explica Carlos E. Rodríguez, jefe de comunicación de AENA. "También hay que decir", añade Cal Pardo, "que han estado operando aviones en algunas ocasiones que no debían estar operando. De vez en cuando se transige, pero yo he dado órdenes precisas de que no se haga".

Las explicaciones de las autoridades aeroportuarias no han convencido a los vecinos. Hoy mismo han vuelto a convocar una movilización en los vestíbulos del aeropuerto para seguir reclamando el cierre nocturno de las pistas de Barajas.

Mientras tanto, el Ministerio de Fomento sigue firme con su idea de ampliar con dos nuevas pistas el aeropuerto de Barajas para acabar con la congestión actual, que ocasiona, según los controladores aéreos, el caos en días de niebla.

Obra colosal

Además, el director general de AENA quiere sacar este mismo mes a concurso una de las obras más colosales que acometerá la Administración central en los próximos años: la construcción de la nueva terminal del aeropuerto de Barajas. Desde que se construyó e inauguró la tercera pista, en noviembre de 1997, es necesaria una nueva terminal que preste servicio a la nueva infraestructura. La falta de esa instalación obliga a los aviones a gastar 14 minutos de combustible desde su lugar de aparcamiento en el aeropuerto hasta llegar a la nueva pista y poder despegar.

El diseño de la nueva terminal fue adjudicado a los equipos de arquitectura que dirigen Richard Rogers y Antonio Lamela. Su primer dibujo de la nueva terminal incluía 30 puertas de embarque y costaba 30.000 millones. El proyecto definitivo presenta 67 puertas de embarque y otras 70 en un satélite (miniterminal), más un aparcamiento de 20.000 plazas. Todo valdrá 125.000 millones.

"El presupuesto se ha disparado porque al principio no estaba previsto que hubiera tantas puertas de embarque. Pero hemos decidido que lo mejor es que todos los vuelos vayan a fingers [mangueras que conectan la terminal con el avión]", explica Francisco Cal Pardo.

En la sede de AENA descansan ya tres voluminosos cajones de documentación con los trabajos de Lamela y Rogers sobre el diseño arquitectónico de la nueva terminal. "Los arquitectos han tenido que aumentar el dique, que es muy largo, de un kilómetro y pico", explica el director general de AENA.

Para acometer esta obra, cuyo concurso se convocará en los próximos días, según Cal Pardo, AENA tendrá que endeudarse "como cualquier empresa del mundo". El director general de AENA asegura que el organismo estatal que dirige tiene "una salud financiera estupenda". "A mí", explica, "que vengo de la empresa privada, me ha sorprendido que se tema tanto al endeudamiento en una empresa pública. Por mucho endeudamiento que tengamos nunca llegaremos a tener una deuda superior a los fondos propios, cosa que es habitual en cualquier empresa privada del mundo. En este momento tenemos 650.000 millones de fondos propios y un endeudamiento de 50.000 millones". Cal Pardo espera que las obras de la nueva terminal puedan comenzar en junio del 2000.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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