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LA NUEVA SITUACIÓN EN EUSKADI

Aznar exige al PNV que explique por qué rompe con todos menos con HB

José María Aznar lamentó ayer la ruptura del PNV con el Gobierno central y emplazó a la dirección de los nacionalistas vascos a que explique por qué es capaz de romper todo tipo de acuerdos menos los que mantiene con Herri Batasuna. "Deberán explicar por qué se puede romper con todo y al mismo tiempo blindar sus acuerdos con HB", dijo en alusión a la decisión del PNV de que no romperá con HB aunque ETA mate. Aznar trata de alertar sobre la "calculada estrategia soberanista del nacionalismo y ETA", según La Moncloa.

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En una breve conferencia de prensa al término de su reunión con dirigentes del Partido Popular Europeo (PPE) para preparar el Consejo Europeo que comienza hoy en Helsinki, Aznar no sólo no rectificó ni una palabra de sus declaraciones sobre el PNV, formuladas el lunes en el Congreso durante la conmemoración del 21º aniversario de la Constitución, sino que divisó incluso más problemas en el futuro. Denunció aquel día que la estrategia conjunta del nacionalismo vasco y ETA se aproxima más a la de la "limpieza étnica de Kosovo que a la de la Europa del euro".Ayer dio un paso más al afirmar que, al igual que lamentaba la última decisión del PNV, consistente en ofrecer a HB una estrategia soberanista para Euskadi, también deberá lamentar otras en un próximo futuro. Se refería a que mañana mismo HB presentará al PNV su propuesta de proyecto político, y unas semanas después le responderá el partido de Arzalluz, según fuentes de La Moncloa. "En los próximos meses negociarán contenidos y ritmos mientras se blindan ante los atentados de ETA", añadieron en La Moncloa, al tiempo que recordaban que el lehendakari Juan José Ibarretxe así se lo anunció a Aznar en la reunión que ambos mantuvieron el miércoles de la pasada semana en el palacio presidencial. "Desde instituciones vascas, como el Parlamento, no ha sido posible una condena de la ruptura de la tregua de ETA. La primera prueba del blindaje está clara. Luego vendrán más", añadieron estas fuentes.

Aznar aclaró ayer que la responsabilidad de que se rompa ahora el acuerdo de su Gobierno con el PNV, que ha durado tres años y medio -y ha "sido positivo para España y el País Vasco"- debe recaer en la actual dirección nacionalista. "A mí me resulta significativo que en los últimos tiempos el PNV haga propuestas de ruptura del marco constitucional, de ruptura y superación estatutaria, de ruptura de consensos políticos con los partidos democráticos, de ruptura con el Partido Popular Europeo, de ruptura a los acuerdos parlamentarios que tiene con el Gobierno. Que tome todas esas decisiones de ruptura menos una: la de los acuerdos que le unen a HB".

Para Aznar es "muy significativo que se pueda romper con todo lo anterior y no romper con un grupo que ampara la violencia, que no la condena y que sirve, en el caso más suave, de paraguas político para los que ejercen el terrorismo". En ese caso, remachó, "los actuales dirigentes del PNV deberán explicar por qué se puede romper con todo, pero blindarse de todo en sus acuerdos con HB".

Con los ojos puestos en la inminente campaña electoral, que en Euskadi tendrá la tensión añadida del boicoteo decretado por HB, Aznar señaló que él ya había anunciado que "no sería el Gobierno el que cerrara la última puerta" de los acuerdos con el PNV. Y volvió a emplazar a la dirección nacionalista a que explique por qué elige otros compañeros de viaje que "justifican la violencia, o entienden que ni la Constitución ni el Estatuto ni la voluntad mayoritaria de los ciudadanos es suficiente para la convivencia de todos".

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Reiteró que la estrategia de cuatro fases en la que se ha embarcado el PNV, y que explicó el día de la Constitución, son totalmente ciertas. "Podrán gustar más o gustar menos, pero son ciertas". Aznar dijo el día de la Constitución que la primera fase era el acuerdo entre los partidos nacionalistas y ETA que dio lugar a la tregua terrorista iniciada en septiembre de 1998. La segunda era la inculpación al Gobierno y los partidos no nacionalistas de la ruptura del alto el fuego, el pasado 3 de dieciembre. La tercera sería la constitución de una mesa de partidos para decidir cómo plantear el derecho a la autodeterminación. Y la cuarta, la fijación de la fecha para ejercer la soberanía.

Aznar justificó la dureza de su denuncia en estos términos: "Cuando se tienen responsabilidades políticas no se está para gustar más o menos. Sino para que el marco jurídico actual, la convivencia, la cohesión social y el respeto a la pluralidad en cualquier sociedad, incluida la sociedad vasca, sean respetadas. Y en eso el Gobierno es una garantía".

Y por si hubiera alguna duda de si consideraba haber ido demasiado lejos en sus críticas al PNV el pasado día 6, respondió así a la pregunta de si se arrepentía de lo dicho: "Esa pregunta, después de lo que he dicho antes, no tiene ningún sentido".

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