El PNV responde a Aznar que negociará el proyecto soberanista con HB sin ceder ante ETA

El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, se mostró ayer dispuesto a negociar el proyecto soberanista de HB para Euskadi aunque esté presidido por objetivos "imposibles y utópicos". En esa previsible negociación, el PNV se mostró dispuesto a ceder en determinados aspectos en favor del consenso con las fuerzas nacionalistas, pero advirtió de que nunca cederán ante ETA. Arzalluz atribuyó la ruptura total de relaciones con el PP a las "brutales" declaraciones del presidente, José María Aznar, el pasado lunes, en las que acusaba al PNV "de estar más cerca de la Europa de la limpieza étnica que de la del euro".

El líder del PNV ha ofrecido dos ruedas de prensa en una semana para trasladar a la opinión pública dos decisiones de gran calado de la dirección peneuvista. Arzalluz invitó a HB, horas antes de que finalizara la tregua de ETA, a establecer las bases de un nuevo marco jurídico político soberanista para todos los vascos. Ayer, el dirigente peneuvista oficializó la ruptura total de relaciones con el PP y con el presidente del Gobierno después de que éste asegurara el pasado lunes que "los partidos nacionalistas vascos están más cerca de la Europa de Kosovo, que representa la exclusión y la limpieza étnica, que de la Europa del euro", y que comparara la actitud del PNV y de EA ante ETA con las cesiones territoriales de los primeros ministros de Francia y Gran Bretaña ante Hitler para evitar la II Guerra Mundial.Acompañado del portavoz del Grupo Vasco en el Congreso, Iñaki Anasagasti, y del senador Joseba Zubia, Arzalluz dijo que las últimas "invectivas" de Aznar contra el nacionalismo "son las declaraciones más fuertes" que ha oído desde que apareció "en Madrid como diputado". "Es tal la demasía que es él mismo [Aznar] quien da por cerrado cualquier trato con nosotros". La idea de endosar al presidente del Ejecutivo la responsabilidad de que el PNV vote en contra de los Presupuestos Generales para el 2000 o de la ruptura total de relaciones con los populares presidió la intervención de Arzalluz ante los periodistas en Sabin Etxea, sede del PNV en Bilbao.

El veterano dirigente nacionalista fue diáfano al indicar que con el PP no se podía ir a ningún lado, ni ahora ni después de las elecciones de marzo. Sobre todo si no rectifica. Y aseguró que lo dicho por Aznar es "mezquino" e "impropio de un jefe de Gobierno", al tiempo que descalificaba la falta de inteligencia y mínima habilidad política que se presupone a alguien que ocupa ese cargo.

"Guerra del norte"

Para el PNV, lograr la paz sigue siendo su objetivo político prioritario, pero cree que no hay ninguna posibilidad de avanzar en este terreno con Aznar, al que acusó de "incidir en un clima de guerra del norte, para sacar votos en el sur". "Aznar no nos deja ningún resquicio para hablar con él, y menos del proceso de paz. Está claro que a ellos no les interesa. Lo que les interesa es acabar con ETA como sea. Y parece que hasta ahora les ha dado votos", subrayó.

De hecho, desde hace meses, en el PNV va calando la idea de que, dado que la violencia a quienes más afecta es a los vascos, son éstos los que deben solucionar el problema. "Esto es lo que a mí me gustaría, que el problema quedara entre vascos", manifestó Arzalluz. Y en ese planteamiento es donde cobra más sentido la propuesta de mesa de partidos sin exclusiones que persigue el lehendakari, Juan José Ibarretxe, donde todas las formaciones puedan plantear sus proyectos políticos en igualdad. El PNV lleva ya semanas preparando su proyecto, que engarzará con la ponencia política presentada para su aprobación en la Asamblea General de enero próximo.

Y como el problema, desde la perspectiva peneuvista, se debe encauzar entre los vascos, el máximo dirigente del PNV volvió ayer a dirigirse hacia el mundo de HB para animarles a presentar las bases de su proyecto soberanista, algo que la formación que lidera Arnaldo Otegi tiene previsto hacer mañana en Pamplona. "Sería bueno que HB presentara su proyecto, aunque sea utópico", dijo, a la vez que valoraba el "gran paso" dado por HB en las instituciones al actuar por vías políticas y democráticas. Como si se estuviera adelantando a los acontecimientos, Arzalluz aseguró que no tiene miedo a ceder y negociar "programas imposibles y utópicos", algo que se extrae de la sola lectura de las tres ponencias que debatirá la Asamblea Nacional de la coalición independentista. La única cesión que no está dispuesto a hacer el PNV es ante planteamientos antidemocráticos o armados.

El propio Otegi adelantaba ayer que Udalbiltza -la asamblea de electos municipales formada sólo por nacionalistas- debe ser el "motor principal del proceso democrático y nacional abierto en Euskal Herria", por ser la primera institución de "ámbito nacional vasco".

En ese planteamiento de proyección soberanista, Otegi volvía a emplazar a los peneuvistas a "presentar propuestas con modos y ritmos". HB, que instó al PNV y a EA a no presentarse a las elecciones generales, reiterará el sábado su decisión estratégica de construir la "democracia vasca" desde Euskadi, por lo que no tiene ningún sentido, a su juicio, participar en las "elecciones españolas". Y apostará por dar un paso más: "Abandonar la dinámica de relaciones con el Estado", en palabras de Otegi. Algo que, por otra parte, está en los comunicados de ETA desde que anunció la tregua: la necesidad de "cortar amarras" con los "partidos españoles".

Otegi se congratuló por las últimas decisiones del PNV y agregó que "no tiene ningún sentido hablar de un nuevo marco jurídico político y apoyar los Presupuestos" del PP. En ese sentido, el secretario general de Eusko Alkartasuna, Gorka Knörr, destacó que la ruptura del PNV con el PP era previsible ya que lo "realmente inconcebible era que mantuviera un pacto con un Gobierno y un partido que lo insultaba a diario".