Con las muletas a cuestas

Magdalena Carrión sufrió una desafortunada caída en abril de 1997 mientras disfrutaba de unas vacaciones en Sierra Nevada. El accidente le causó rotura del ligamento cruzado anterior y el colateral interno de la pierna izquierda, una lesión de la que, dos años y medio después, no se ha rehabilitado.Al buzón de Magdalena llegó a mediados de septiembre una notificación del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) en la que se declaraba "extinguida" la prórroga de los efectos económicos por incapacidad laboral. En la misma carta se le denegaba la incapacidad permanente "por no alcanzar las lesiones que padece un grado suficiente de disminución de capacidad laboral". Pero ella asegura que no está recuperada.

La comunicación puso a la paciente en la tesitura de reincorporarse a su puesto de trabajo en una fábrica de muñecas de Onil, para no perder su salario, o continuar con la rehabilitación y renunciar a la nómina. "Planteé el caso a mi jefe directo y llegamos al acuerdo de que renunciaría al sueldo mientras ellos respetasen el empleo y pudiera reincorporarme a mi puesto una vez recuperada del todo". El trabajo que ha venido desempeñando durante 35 años requiere movilidad, y Magdalena todavía utiliza muletas para desplazarse a diario a la vecina localidad de Ibi, en cuyo centro de salud lleva a cabo su rehabilitación. "Tengo dos hijos, y afortunadamente podemos sobrevivir con el sueldo de mi marido, porque aún necesito cuatro meses para que mi pierna vuelva a ser la de antes".

Ese fue el consejo de los médicos que le reconstruyeron los ligamentos dañados en el Hospital La Fe de Valencia. Allí fue donde solicitó ser operada después de pasar por las consultas de hasta tres traumatólogos de Alcoy. "En vista de la desidia e incompetencia para tratar mi caso, y siguiendo en consejo del subdirector del Hospital de Alcoy, pedí el traslado a Valencia", señala. Para esta paciente, la "falta de asistencia y negligencia médica" han dilatado su recuperación.

La paciente se mostró muy dolida con el trato recibido de parte de algunos especialistas del área de Salud de Alcoy, a la que pertenece. "Me enyesaron la pierna sin reconocimiento previo, me prolongaron dos meses la realización de una resonancia de cuyo resultado no tuve conocimiento hasta después de varios meses de espera y visitas a los médicos, y que al final confirmó la rotura".

La denegación del recurso presentado por Magdalena Carrión contra la resolución del INSS que rechazó prorrogar la situación de incapacidad, ha supuesto un nuevo jarro de agua fría para la paciente, que defiende que no ha sido ella quien ha consumido el tiempo máximo de 18 meses que la Administración establece para una recuperación: "Es todo fruto de la negligencia e incompetencia de los traumatólogos que me trataron en Alcoy, pues según todos los profesionales que he consultado una rotura de ligamentos correctamente tratada debe estar curada en 6 u 8 meses, y yo llevo dos años y medio". Magdalena recurrirá a los tribunales y solicitará indemnización a la Seguridad Social.