Moscú quiere reconstruir la región lo antes posible

"Hace falta ayuda de toda Rusia para la reconstrucción", asegura desde Mozdok el viceprimer ministro ruso para Chechenia Nikolái Koshman, ex jefe de Gobierno en 1996 en la Administración promoscovita de Doku Zavgáyev. Sobre las espaldas de Koshman recae la difícil tarea de demostrar que con los rusos se puede vivir mejor que bajo el "régimen de bandidos". El restablecimiento de los servicios públicos esenciales, el pago de salarios y pensiones, la entrega de alimentos a los más necesitados y la creación de puestos de trabajo son sus principales objetivos. La agricultura, la construcción y la industria petrolífera deberían ser puntales de la economía de la "nueva" Chechenia.La crítica situación económica que vive Rusia hace difícil concretar masivamente la solidaridad de otras regiones. "No sólo es necesario", señala Koshman, "contar por ejemplo con máquinas o herramientas para recuperar la actividad agrícola, sino también médicos, profesores e ingenieros".

Paso a paso, con lentitud que desespera a una población civil que a veces carece de lo más esencial, se intenta recuperar algo parecido a una vida normal en la zona bajo control federal. Más difícil será que los chechenos dejen de mirar a los soldados rusos como invasores.

Según Koshman, "uno de los principales problemas es la negativa a regresar de quienes huyeron de la guerra". Otro consiste en la reticencia a colaborar de mucha gente que teme que, como ocurrió en 1996, los rusos terminarán yéndose de Chechenia. Por eso, el enviado de Borís Yeltsin se esfuerza en convencer a la población de que esta vez no habrá marcha atrás.

Koshman, que no tiene relación directa con las operaciones militares, afirma que las tropas federales controlan ya seis distritos. Ayer mismo, presidió la ceremonia de izado de la bandera rusa en Achjoi Martán, tomada sin apenas lucha. En cuanto a Grozni y Urús Martán, dice que no hay una fecha tope para conquistarla.