_
_
_
_
_

El Hospital General agoniza tras costar 42.000 millones al erario público y a sus socios La Generalitat admite que la recuperación del centro sanitario es inviable

El Hospital General de Cataluña (HGC) va camino de su liquidación, después de haber captado desde su fundación recursos que alcanzan los 42.000 millones de pesetas. La última posibilidad de vender el hospital se ha esfumado al retirar su opción la Universidad Internacional de Cataluña. Es el fin de un proyecto fundado por un grupo de empresarios, médicos y abogados de afinidad nacionalista. El Gobierno de Jordi Pujol, que tantas veces fue valedor del proyecto, reconoce ahora su agonía. "El Hospital General de Cataluña es inviable", admite un consejero de la Generalitat.

Más información
Mecenas y compromisarios
Una auditoría cifra en casi 6.300 millones de pesetas la falta de liquidez del Hospital General de Cataluña

Del total de 42.000 millones de pesetas que han servido para financiar el proyecto del HGC, unos 30.000 corresponden a las aportaciones realizadas por 76.000 antiguos asociados del centro hospitalario. Los restantes 12.000 millones son la suma de las deudas contraídas por el hospital con la Seguridad Social y Hacienda, y de los créditos bancarios no devueltos y avalados por la propia Generalitat. A este pasivo quizá habrá que sumar otros 5.000 millones de deudas que el centro sanitario ha acumulado con las empresas que suministran material sanitario, según figura en la declaración de quiebra voluntaria instada por el HGC el pasado 25 de noviembre ante el Juzgado de Primera Instancia de Rubí (Vallès Occidental). En su inmensa mayoría, los 76.000 asociados del HGC son ciudadanos que confiaron parte de sus ahorros al centro hospitalario privado, cuyas instalaciones se inauguraron en 1983 bajo la creencia de la época de que el flamante centro acogía un tipo de medicina -la privada- capaz de superar todas las carencias que tenía por aquel entonces la pública.

Los asociados del HGC son los propietarios del hospital en cuanto titulares de una sociedad civil que controla a la empresa gestora del centro, aunque lo han perdido todo. Han perdido sus derechos de propiedad porque el HGC está en quiebra y, para colmo de males, también han perdido el derecho a la asistencia sanitaria que les otorgó en su día la compra de un título de asociado.

Los fondos recaudados en los primeros años de funcionamiento fueron superiores a 25.000 millones de pesetas y correspondían a las cuotas pagadas por miles de asociados. Estas cuotas oscilaron entre las 25.000 pesetas del primer año y las 180.000 del primer ejercicio en el que realmente empezaron a funcionar las instalaciones hospitalarias. Desde que se abrió el hospital hasta 1993, los socios vieron incrementarse la cuota de su título, que llegó a superar las 350.000 pesetas. La crisis financiera más fuerte de la historia del HGC se saldó en 1991, cuando el equipo gestor de entonces, lanzó una emisión de obligaciones con las que recaudaron casi 10.000 millones de pesetas. Pocos años después, al no poder satisfacer las obligaciones a su vencimiento, el hospital propuso formas imaginativas de cobrar los títulos mediante derechos anticipados de participaciones de otros posibles y futuros socios.

PASA A LA PÁGINA 4

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_