Jordi Solé Tura considera que en España se publican pocas memorias

La historia de Jordi Solé Tura (Mollet del Vallés, Barcelona, 1930) empieza en una panadería en la que trabajó hasta los 21 años sin tener siquiera el bachiller acabado -"intenté salir del agujero"- y termina en 1977 cuando es nombrado miembro de la ponencia que redactó la Constitución. Su particular "ajuste de cuentas con el pasado" se llama Una historia optimista (Aguilar) y fue presentado ayer en Madrid.

Solé Tura sostiene que en España se publican pocas memorias. Una historia optimista fue redactada en catalán y traducida después al castellano. "No me considero ni el rey del mambo ni trato de hacerme autobombo", aclaró. Solé Tura anunció la publicación de la segunda parte de sus memorias, en la que escribirá sobre el Estado de la autonomías, su ingreso en el PSOE y su paso por el Ministerio de Cultura.La vida de este político cambió el día que llegó a la Universidad de Barcelona. "Allí conocí a gente diferente y entré en la política clandestina a través del PSUC". En poco tiempo, se vio obligado a tomar el camino del exilio y pasó a formar parte de la redacción de Radio España Independiente, desde la que se escuchaba la voz de la oposición a Franco.

En 22 capítulos, Solé Tura repasa la última historia de España. Entre las anécdotas que se reflejan en el libro, el político, que quiso ser futbolista, actor y torero, recordó la noche en que fue legalizado el PCE y la plana mayor del partido se reunió para cambiar de bandera y asumir la monarquía. "Hubo gente que lloró. Algunos trataron de conseguir un aplazamiento y que el tema se discutiera posteriormente, pero la dirección fue inflexible". De Carrillo, al que calificó como un líder "importante", contó cómo en una ocasión le reprendió por una de las emisiones radiofónicas en la que habían llamado asesinos a los miembros del Consejo de Ministros en el que se aprobó el fusilamiento de Julián Grimau. "Políticamente es un error", les reprendió Carrillo, avisándoles que en el futuro tendrían que tratar con alguno de aquellos hombres. Las predicciones de Carrillo se cumplieron, y Solé Tura acabó reuniéndose con Manuel Fraga en la Comisión de Asuntos Constitucionales.