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Reportaje:

Los otros frutos del nogal

José Mutiloa posee el monopolio estatal en la fabricación de culatas de madera para escopetas

Mikel Ormazabal

"60 años de experiencia nos avalan", avisa el tríptico promocional que la empresa José Mutiloa SA reparte a las ferias internacionales. No refiere este documento que es la única empresa española especializada en la fabricación de culatas de madera, ni que casi todas las firmas de escopetas y carabinas -Beretta, Browning, Remington, Winchester- son sus clientes, ni que es el principal consumidor de nogal de España.Aquella vieja usanza consistente en moldear las culatas artesanalmente ya desapareció, aunque permanece de forma simbólica para satisfacer el capricho de algunos clientes. Hoy todo está automatizado de principio a fin, desde que la madera entra en el aserradero hasta que sale perfilada por el torno. La empresa José Mutiloa, radicada en Éibar desde una fecha imprecisa de los años veinte, ha conocido tres generaciones de una familia que continúa fiel a sus principios fundacionales. Su actual director gerente, José Antonio Mutiloa, recuerda el espíritu emprendedor de su abuelo, pastor en Zegama (Guipúzcoa), quien en 1929 solicitó un permiso al Gobierno civil para instalar en su taller una caldera de vapor para cocer y secar madera. Siete décadas después, la empresa José Mutiloa factura algo más de 300 millones de pesetas (1,8 millones de euros) al año.

Pese al descenso de la producción de armas -la villa eibarresa ha sido buque insignia a nivel internacional-, Mutiloa ha logrado mantener estable su producción de culatas, unas 200.000 con madera de haya y 130.000 de nogal, las primeras para carabinas de aire comprimido y pólvora negra y las otras para escopetas y rifles. Del taller de Éibar salen en vagones culatas para escopeta suhperpuesta, paralela, automática, avancarga y de aire comprimido. En el decenio anterior se llegaron a probar 150.000 armas al año, cifra que hoy apenas llega a las 60.000, pese a lo cual las cifras de facturación no se han resentido.

En 1983 inició su expansión en el extranjero, lo que sirvió para "escapar" de la crisis que se cernía entonces sobre el sector. José Mutiloa exporta aproximadamente el 30% de su producción. Portugal es el principal destino, pues en territorio luso se encuentra una división de la potente FN belga dedicada al montaje y acabado de armas. Sólo las piezas para armas de lujo se suministran directamente a Bélgica, explica Mutiloa. La única competencia de Mutiloa se encuentra en Italia. En España son los únicos servidores de culatas para el mercado nacional e internacional.

Pomos para la Jaguar

En la cartera de clientes de la compañía José Mutiloa figura desde hace poco tiempo la prestigiosa firma de automóviles Jaguar, que ha sido absorbida por la multinacional estadounidense Ford. Mutiloa, en su proyecto de diversificación de los productos fabricados, ha comenzado a fabricar los pomos de madera de la palanca de cambios para los vehículos Jaguar.La factoría eibarresa importa del mercado americano tacos de madera de arce a los que aplican un proceso de mecanizado. Al año producen 50.000 pomos que son devueltos con destino, casi exclusivo, para cubrir la demanda americana.

También probaron con volantes de madera y otras piezas de este material para colocarlas en el salpicadero de los coches, aunque la iniciativa no llegó a prosperar por ineficaz.

En otro tiempo, Mutiloa exploró la fabricación de productos personalizados, aunque la idea no se evolucionó como previeron, reconoce su gerente José Antonio Mutiloa. En su despacho guarda un modelo de carcasa o funda de madera para unos teléfonos de la marca Solac, cuyo pabellón industrial es vecino en la calle Chonta de Éibar.

La empresa Mutiloa, aunque en una proporción muy reducida, también fabrica mangos de cuchillos, cachas para navajas o empuñaduras para escopetas de aire comprimido, y su responsable no oculta la intención de continuar en esta línea de "tantear otras opciones" de producción.

Un año de gestación

La empresa José Mutiloa ha invertido durante los últimos años en la modernización de su maquinaria y en la formación de sus empleados. La desaparición de los procesos artesanales de fabricación ha exigido la aplicación de mecanismos innovadores para acortar la fase de producción, para lo cual se han encargado diseños especiales, ajustados a las necesidades que reclama la elaboración de los modelos de culatas.El proceso de fabricación comienza "en el monte", asegura José Antonio Mutiloa. Allí se selecciona la materia prima, generalmente procedente de la península y, en cantidades menores, de Francia cuando se trata del nogal. Se compra en diciembre, cuando la savia del árbol está en retroceso y no tiene parásitos. La empresa posee una serrería en la localidad navarra de Alsasua, donde los troncos permanecen aproximadamente nueve meses antes de llegar al taller situado en Éibar.

La madera se corta en láminas que se someten a un proceso de vaporizado durante 72 horas. Después se almacena a la intemperie, pero bajo cubierta durante ocho meses en el caso del nogal y cinco meses el haya. A continuación, explica el director gerente de la compañía, se introduce en un simulador de ambiente controlado, una especie de secadero artificial, antes de retirarlo durante una semana para que la madera se estabilice.

Clavos y herraduras

Llega entonces el momento de utilizar unas plantillas para cortar la madera en piezas, según el modelo de culata que se precisa, y se marcan los defectos. Mutiloa asegura que es habitual encontrar plomo, clavos o herraduras de burro incrustadas dentro, además de nudos y grietas que deben desecharse.

Cuando llega al taller, la madera trae la forma de la culata, aunque debe someterse a un proceso de mecanizado y de torneado para perfilarla exactamente a las medidas que demandan los clientes. Un año después de comprar el tronco, la culata ya está en los camiones, lista para ser vendida.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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