Aznar y Almunia se distancian en la estrategia sobre la paz

La estrategia común entre el jefe del Gobierno, José María Aznar, y el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, sobre el proceso de paz se está resintiendo tras la entrevista que este último mantuvo con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz. Aznar emplazó ayer a Almunia a que explique qué "cosas diferentes" pueden hacerse en dicho proceso. El líder socialista atribuye a Aznar "falta de iniciativa" y le replicó que debería acercar presos etarras a cárceles de Euskadi.

La estrategia común sobre el proceso de paz diseñada entre el Gobierno y el PSOE, tras la declaración de tregua indefinida de ETA, en septiembre de 1998, empieza a resentirse. Aznar y Almunia dieron ayer un paso más en el distanciamiento, que tiene como causa inmediata el malestar de La Moncloa por el encuentro que mantuvieron el martes en Madrid el secretario general del PSOE y el presidente del PNV. Aunque Aznar y Almunia siguen compartiendo el principio básico de que la paz no debe tener contrapartidas políticas para ETA y el nacionalismo, se aprecian algunas distancias en el ritmo de la aplicación de la política penitenciaria y suspicacias derivadas de la ausencia de diálogo entre los dos líderes de los principales partidos políticos sobre el proceso de paz.Estas diferencias ya existían desde hace meses, pero tanto Aznar como Almunia habían evitado exteriorizarlas en los 14 meses transcurridos desde la declaración de la tregua indefinida de ETA, en respeto a la regla de oro de que un tema de Estado tan delicado como el proceso de paz debía evitar los debates públicos entre los dos partidos principales que comparten los principios estratégicos del proceso.

Si la víspera Aznar apuntó, desde La Moncloa, que el objetivo de la reunión entre Almunia y Arzalluz fue para el líder del PNV tratar de arrancar del secretario general del PSOE los compromisos que no consigue del Gobierno, ayer el presidente del Ejecutivo, desde los pasillos del Senado, emplazó públicamente al secretario general del PSOE a que explique qué "cosas diferentes" de las que hace el Ejecutivo pueden hacerse en el proceso de paz. Almunia respondió tres horas después: nuevo acercamiento de presos antes de Navidad y consenso de las leyes penitenciarias.

El origen del distanciamiento y el consiguiente emplazamiento de Aznar a Almunia ayer tiene como base el respaldo que el secretario general del PSOE había dado al comunicado del Círculo de Empresarios Vascos, el pasado miércoles. Este organismo pidió a Aznar, en un encuentro celebrado con el jefe del Ejecutivo en Getxo (Vizcaya) el martes, el mismo día del encuentro entre Almunia y Arzalluz, "arrojo político" y "más diálogo". Ayer, el secretario general del PSOE volvía sobre el tema en unas declaraciones recogidas en un diario vasco.

Falta de iniciativa

Almunia se queja de la falta de diálogo con Aznar sobre el proceso de paz. "El simple hecho de dialogar [con Arzalluz] deja en evidencia la falta de iniciativa y de estrategia del Gobierno". Almunia también reprocha al Gabinete de Aznar el incumplimiento de las dos mociones aprobadas en el Congreso, por unanimidad, sobre la flexibilización de la política penitenciaria. "El Gobierno a veces la utiliza y a veces la paraliza sin ninguna explicación", añade.Pero Almunia apunta algunas iniciativas más. Señala que si ganara las elecciones generales, "reuniría a todas las fuerzas democráticas que todavía forman parte, formalmente, de la Mesa de Ajuria Enea y del Pacto de Madrid, para tratar de llegar cuanto antes a un diagnóstico común y a una estrategia clara, definida y compartida".

Almunia añade, en una clara evocación de cómo se gestó el Pacto de Ajuria Enea en enero de 1988, que trataría de reunir a Aznar y Arzalluz en un cuarto, del que no saldrían hasta alcanzar un acuerdo sobre la estrategia para lograr la paz. Aznar se quejó ayer de que Almunia no le hubiera informado directamente de su encuentro con Arzalluz, sobre todo, a la vista de que el secretario general del PSOE marcaba algunas distancias con el Gobierno en la estrategia común sobre el proceso de paz. El secretario de Comunicación del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, recordó que esa tarea la había protagonizado él mismo a través de su canal habitual, el secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos, el mismo día de la reunión entre Almunia y Arzalluz.

La información que Pérez Rubalcaba trasladó a Zarzalejos de la reunión fue relativamente tranquilizadora para La Moncloa en la medida en que hizo hincapié en que no había habido ningún acuerdo entre Almunia y Arzalluz sobre las cuestiones de fondo, esto es, que la paz no debe tener contrapartidas políticas.

Los recelos de Aznar hacia Almunia aumentaron cuando conoció el apoyo del secretario general del PSOE al comunicado del Círculo de Empresarios Vascos que reclamaba al presidente del Gobierno "arrojo político" y más diálogo.

La Moncloa cree que el PSOE es presa del clima preelectoral. A partir de ahí, Aznar emplazó públicamente a Almunia, el viernes y el sábado por la mañana hasta que el líder del PSOE le respondió ayer mismo.