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El hospital La Paz niega los historiales clínicos incluso si los jueces se los piden

El centro madrileño alega "defectos de forma" y el carácter "confidencialísimo" de los datos

Gabriela Cañas

El hospital La Paz de Madrid no sólo niega los historiales clínicos a los familiares de los pacientes fallecidos por sida. Ni siquiera los facilita al juez cuando éste se los reclama mediante diligencias. En La Paz explican que este año han rechazado entregar sólo 40 de los 500 historiales requeridos por jueces; muchas veces, por "defectos de forma" y en defensa de la confidencialidad de los datos. Éstos se le niegan reiteradamente, por ejemplo, a una madre que perdió a su hijo de 15 años hace un año tras una intervención quirúrgica, y ello a pesar de los tres requerimientos del juzgado.

En abril del pasado año, una madre de un adolescente de quince años llevó a su hijo a urgencias de La Paz, donde le diagnosticaron "hidrocefalia y tumor cerebral". Días más tarde se le opera y el joven queda tetrapléjico y, después, el 12 de junio, muere. La madre, que duda de la actuación médica y, sobre todo, de la escasa información que recibió en todo momento sobre la dolencia de su hijo y las consecuencias de la operación, acude al servicio de atención al paciente y pide el historial clínico, lo que el hospital le niega.Hasta aquí, la historia no deja de ser habitual. Asociaciones de pacientes, el Defensor del Pueblo y los mismos médicos han denunciado repetidas veces la resistencia de los centros sanitarios a aportar los historiales de cuya custodia deben, por ley, hacerse cargo. Lo sorprendente es que La Paz niegue los historiales incluso a los jueces.

La madre del muchacho fallecido a mediados del pasado año acudió finalmente a un abogado, Gustavo López-Muñoz, que puso en marcha un procedimiento administrativo contra La Paz a través del Juzgado de 1ª Instancia 34 de Madrid, que abrió diligencias preliminares. La primera providencia del juzgado pidiendo el historial clínico data del 13 de mayo de este año. La Paz contesta un mes después denegando la petición. El 19 de julio, el juzgado envía otra diligencia y un mes más tarde la respuesta también es negativa. Todavía hay una tercera diligencia, con fecha 24 de septiembre, que es contestada el 26 de octubre con una argumentación más ampliada sobre la imposibilidad de acceder a la petición judicial.

En resumen, lo que La Paz alega es que el historial clínico, además de contener datos confidencialísimos e íntimos, pertenece a un tercero (el fallecido) y que hay un defecto de forma, pues la jurisdicción civil no es competente para iniciar una acción judicial contra el hospital público. López-Muñoz rechaza de plano que haya un defecto de forma. "Aún no hemos iniciado ninguna acción. Hemos hecho una reclamación administrativa previa a la vía judicial. Lo que hay aquí es una desobediencia contumaz a una orden judicial".

Un segundo caso, que también lleva el letrado López-Muñoz, se refiere al de un hombre que ingresó en La Paz en mayo de 1998 afectado por unos hongos en los pies que resultaron ser "gangrena de fournier". El hombre murió el 2 de junio de 1998. Su hijo quiso la historia clínica, que también le fue denegada y en marzo de este año La Paz recibió la primera petición del juzgado. El intercambio de documentos -dos veces en este caso- es muy parecido al anterior. La Paz se niega a dar los datos alegando razones similares.

Tampoco al paciente

La Ley General de Sanidad de 1986 establece que los usuarios de la sanidad pública tienen derecho "a que se le dé en términos comprensibles, a él y sus familiares o allegados, información completa y continuada, verbal y escrita, sobre su proceso, incluyendo diagnóstico, pronóstico y alternativas de tratamiento". En La Paz consideran que no se especifica que deba darse al familiar el historial clínico, que incluye todas las pruebas y datos que guarda el hospital. La mayoría de los juristas -no todos- consideran que, no obstante, debe hacerse una "interpretación abierta y extensiva de la ley" (véase EL PAÍS del 2 de noviembre)."No entiendo cómo en el caso de un menor una madre tiene que firmar el consentimiento informado y, sin embargo, no puede obtener los datos médicos de su hijo", alega López-Muñoz. "La ley nos obliga a mantener un exquisito celo", dice el asesor jurídico de La Paz, Filiberto Chuliá. "En la mayoría de los casos aportamos los historiales. Sólo nos resistimos cuando, como ocurre en estos asuntos, no está debidamente acreditado que la persona que lo pide tenga potestad para ello. Cuando esto queda demostrado, lo damos".

Pero La Paz también pone problemas a los pacientes que piden su propio historial. El tercer contencioso que López-Muñoz ha emprendido es el referido a una mujer que fue operada de hernia discal el 3 de noviembre pasado. La paciente sufrió a partir de entonces dolores inguinales, lumbociáticos y de rodilla que no remitían. Tuvo que recurrir tras la operación a un par de bastones para poder caminar y acabó, tres meses más tarde, en otro quirófano de un hospital privado. Los dolores seguían porque, como finalmente se supo, sufría una infección en la articulación coxofemoral izquierda. En febrero fue operada de nuevo de abceso de cadera inquierda y diagnosticada de infección y cuadro complejo de dolor. Sigue en tratamiento.

Le negaron el historial y acudió a un abogado. En La Paz aseguraron ayer que el asunto se resolvió ayer mismo y que el historial se está enviando al juzgado, que lo había pedido el 29 de septiembre pasado. El letrado López-Muñoz asegura no tener constancia de ello todavía.

El abogado Gustavo López-Muñoz ha creado recientemente la Fundación Pro-Pacientes "Cristina" para luchar contra este tipo de incidentes.

Datos en una empresa privada

El hospital La Paz ha acumulado a lo largo de su existencia dos millones de historiales clínicos. La mayoría de ellos -1,2 millones- los guarda y administra una empresa privada llamada Recall que anteriormente se denominaba CTD. Este dato se conoció a raíz de que el hospital Doce de Octubre sacara a concurso este verano pasado la custodia de todo su archivo por falta de espacio y personal suficiente para administrarlos. Y eso a pesar de que La Paz fue uno de los primeros hospitales del Insalud que se acogió a esta práctica privatizadora ya en 1988.La Paz, uno de los hospitales más grandes de España, con 1.300 camas y un millón de consultas externas anuales, se ha acogido a una práctica que le permite depositar en naves de una empresa privada los historiales de los pacientes fallecidos o de los enfermos que llevan años sin volver al médico. Es lo que se llama "el archivo pasivo", que, sin embargo, vive una intensa actividad diaria. Cada día, el hospital debe pedir un cuantioso número de historiales que la empresa se encarga de extraer de sus archivos, enviar al servicio correspondiente que lo requiere y recogerlos de nuevo para volverlos a archivar. El personal de estas empresas privadas no es médico; ni siquiera sanitario, a pesar del carácter confidencial de los datos manejados; es personal especializado en archivo y documentación.

Este procedimiento ha sido denunciado por sindicatos y asociaciones de defensa de los pacientes.

Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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