Rouco, el 2000 y los fetiches mediáticos
El cardenal Rouco abrió ayer la 73ª asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Española con un teológico discurso de bienvenida al tercer milenio, y esta noche reunirá a todos los obispos en la catedral de la Almudena para leerles el pregón del año jubilar. Rouco abre así unas celebraciones que el Vaticano lleva preparando para todo el mundo desde hace tres años.Motivos de júbilo no le faltan a la Iglesia católica. Resulta prodigioso el que una institución cumpla dos milenios, y que lo haga, además, según Rouco, "sin resentirse del cansancio que el peso de dos mil años de historia podría llevar consigo". Y es también impresionante que miles de millones de ciudadanos, incluso no creyentes o de otras religiones, cuenten sus años desde el nacimiento del fundador de esa Iglesia, Cristo, cuya fecha, por cierto, ni siquiera es exacta.
El cardenal arzobispo de Madrid insistió ayer varias veces en ese caracter milenario de la Iglesia, pero advirtió contra "las expectativas milenaristas", que ve cargadas de "falsos pietismos y romanticismos pseudorreligiosos, que contemplan la cifra del 2000 como si se tratara de un número mágico o un fetiche mediático del que dependería el destino de una humanidad que quisiera hacer converger sus anhelos de salvación en torno a fábulas profanas".
El cardenal Rouco, en cambio, pide a sus colegas que pongan la mirada en el futuro, en la "gozosa esperanza" de un trabajo que definió "misionero" y de evangelización.
En lo concreto para España, muy al final de su discurso, Rouco dijo que la enseñanza de la religión católica en los colegios y la financiación de la Iglesia serán algunos de los temas que los obispos debatirán hasta el viernes. No hizo precisiones, pero Rouco dijo apreciar "una vía más favorable" para futuras soluciones "satisfactorias y aceptables".
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