Sidenor deberá pagar una penalización de 1.200 millones si no acelera el traslado de la acería de Vitoria a Basauri
Sidenor tiene dificultades para cumplir los plazos que acordó con el Ayuntamiento de Vitoria para el desalojo de parte de los terrenos que ocupa en el barrio de Zaramaga. Según diversas fuentes, el cese de actividad en la acería podría retrasarse hasta junio o julio del año próximo, cuando en un principio se esperaba dar este paso cuatro meses antes. El concejal de Medio Ambiente, José Antonio Pizarro, recordó ayer que el pacto firmado con la empresa incluye una cláusula que penaliza a la fábrica con el pago de 1.200 millones de pesetas (7,2 millones de euros) en caso de que entregue los terrenos -ya descontaminados- más tarde de la fecha acordada, el 31 de diciembre de 2000.Dados los plazos que se manejan, resulta complicado que Sidenor cumpla lo firmado. Porque, según explicó ayer Pizarro, la empresa necesitará "un mínimo de ocho meses" para descontaminar los suelos. Si hasta junio o julio no puede trasladar la producción a la nueva acería de Basauri, cerrando la fundición de la planta de Vitoria, y más tarde necesita otros ocho meses, será inviable cumplir las fechas previstas.
El traslado se realiza a instancias del Ayuntamiento de Vitoria que, tras ls insistentes quejas de los vecinos de Zaramaga, solicitó a la empresa el desalojo de la parte que generaba más contaminación acústica y de humos. Sidenor accedió y percibirá más de 2.500 millones de pesetas (15 millones de euros) por la venta de los terrenos. En Vitoria se mantendrán las otras dos partes de la instalación. El traslado supone que de los 700 trabajadores que había en la planta, desaparecerán 30 empleos eventuales y algunos fijos se trasladarán a Basauri.
Hasta ahora se ha cumplido la primera fase de las tres previstas en el plan, firmado por la propia empresa, el Ayuntamiento y los trabajadores de la planta de Vitoria. La empresa ha entregado los terrenos de los antiguos trenes de laminación. A cambio, ha obtenido los primeros 400 millones del Ayuntamiento. En principio, el consistorio apuesta por mantener el edificio desalojado.
15.000 millones de inversión
En la construcción de la nueva planta de Vizcaya se están invirtiendo 15.000 millones de pesetas (90 millones de euros) para levantar una acería nueva. Ya está prácticamente terminada la obra civil. Ahora se está procediendo al montaje de la instalación. En un principio, estaba previsto que las primeras pruebas de producción, es decir, la primera colada, se desarrollaran hacia el 15 de febrero próximo, pero se ha retrasado hasta finales de marzo por diversos problemas.
El presidente del comité de empresa, Paco Antúnez, recalcó ayer que "por encima del acuerdo y de los plazos que se establecen está el mantenimiento de la actividad de la acería y, por tan- to, los puestos de trabajo". En ningún caso puede cesar la actividad en Vitoria sin que haya comenzado la producción en Basauri. Debe ser un proceso encadenado. Respecto a los plazos, el Ayuntamiento de Vitoria maneja una fechas diferentes a las de algunos miembros de la empresa, porque Pizarro entiende que el cese de actividad se efectuará en febrero, en vez de junio o julio como afirman diversos portavoces de Sidenor.
Por otro lado, el concejal de Medio Ambiente informó ayer de que el Ayuntamiento instalará el año próximo un acto detector de radioactividad en el vertedero municipal de Gardélegui porque, aunque ya se realizan ciertos controles en la actualidad, se necesitan "medidas preventivas". Pizarro aseguró que en las mediciones realizadas hasta ahora no se ha detectado rastro alguno de radioactividad.
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