La élite empresarial vasca reclama a Aznar diálogo y arrojo político para impulsar la paz

El presidente del Gobierno, José María Aznar, escuchó ayer las peticiones de la élite empresarial vasca, que le reclamó más actividad en el proceso vasco de paz y arrojo político. En un almuerzo organizado en el club deportivo El Abra, en el corazón de Neguri (Vizcaya), por el Círculo de Empresarios Vascos, los empresarios manifestaron su preocupación por "la ausencia de diálogo" con los partidos, especialmente el PNV, y porque "las posiciones políticas de los partidos sobre el proceso de paz están donde estaban hace un año". Aznar respondió que a su Ejecutivo no se le puede acusar de "inmovilista".

El Círculo de Empresarios Vascos emitió por la tarde un comunicado en el que muestra su preocupación por el "estancamiento" del proceso de paz y por la judicialización del Concierto Económico vasco. Y pide al jefe del Ejecutivo más "arrojo político" y que establezca una mayor colaboración con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, para abordar la pacificación y alcanzar un marco político estable. Aznar ya indicó durante el almuerzo que la Constitución y el Estatuto conforman ese marco.La invitación de la directiva del Círculo de Empresarios Vascos al almuerzo-coloquio con el presidente del Gobierno reunió a la flor y nata de la banca y la patronal vascas. Se sentaron a la mesa con Aznar -al que acompañaba el secretario general de la Presidencia e interlocutor con ETA, Javier Zarzalejos- el presidente del BBVA, Emilio Ibarra; el presidente de Iberdrola, Iñigo Oriol; los presidentes de las cajas vascas, José Ignacio Berroeta, Fernando Spagnolo y Juan Urdangarín; el presidente de la Corporación Cooperativa Mondragón, Antonio Cancelo; el presidente de Ibermática, Juan Luis Lascurain; los líderes del Grupo Correo, Aletxu Etxeberria y José Bergaretxe; el ex presidente de la patronal vasca, José María Vizcaíno, y el presidente del Club, Alfonso Basagoiti, entre otros.

El almuerzo duró cerca de tres horas y se centró en el proceso vasco de paz y en la situación económica. Muchos de los asistentes consultados manifestaron a su término que las principales novedades que les ofreció Aznar fueron las económicas. El presidente del Gobierno les dibujó un horizonte de pleno empleo dentro de cuatro años y la defensa decidida del Concierto Económico para conseguir la retirada de los recursos presentados en los tribunales europeos.

Sobre el proceso de paz, los asistentes -entre los que se reparten las simpatías entre el sector moderado del PNV, reticente al Pacto de Estella, y el PP- recordaron que Aznar mantuvo las mismas posiciones que el pasado 22 de abril, en otro encuentro que tuvo con empresarios en Bilbao.

El jefe del Gobierno, ante las críticas muy respetuosas, según los asistentes, a su falta de movilidad en el proceso de paz y ante el riesgo de perder la oportunidad que se ha presentado tras la declaración de tregua de ETA, se mantuvo en sus posiciones. "Es pétreo como una roca", dijo uno de los asistentes. Aznar respondió que "el Gobierno dibuja un retrato no inmóvil". El presidente recordó que, en los 14 meses que han transcurrido desde la declaración de la tregua indefinida de ETA, ha promovido el diálogo con la banda terrorista; la oferta de retorno a los exiliados y la compensación a las víctimas del terrorismo.

Las críticas a la estrategia de Aznar en ningún momento bajaron al terreno concreto y a nadie se le ocurrió hacer una defensa, siquiera velada, del Pacto de Estella. Se movieron en el terreno de las actitudes, en la necesidad de que promueva el diálogo entre los partidos porque ya han pasado 14 meses desde la declaración de tregua y en que las posiciones de todos siguen donde estaban, según señalaron varios asistentes.

Aznar respondió, en alusión a ETA, que "si hay verdadera voluntad de paz, el Gobierno no tiene vértigo ni tampoco teme asumir ninguna responsabilidad".

Perplejidad

El presidente devolvió la responsabilidad de la parálisis del proceso de paz a ETA y Euskal Herritarrok (EH). "Produce perplejidad que precisamente aquellos que se jactan de su compromiso con las vías políticas son los que han llevado a las instituciones políticas vascas a un punto muerto, a eludir el rechazo de la violencia y a promover la abstención en las próximas elecciones generales", dijo en clara referencia a EH.Aznar insistió ante los empresarios que el principal escollo del proceso de paz radica en que ETA y EH ponen por delante de la consecución de la paz por sí misma -el cese definitivo de la violencia de ETA a cambio de la excarcelación de los presos etarras- el objetivo de la "construcción nacional". "No se puede poner a la sociedad vasca en el dilema de proceso de paz o proceso de construcción nacional", señaló.

Los asistentes no pusieron reparos a estas críticas de Aznar al Pacto de Estella, pero sí reiteraron que había otras vías, como la del diálogo entre partidos, especialmente el PNV, casi inédita en los 14 meses de proceso de paz.