Tres manifestaciones y críticas de la patronal

José María Aznar vivió ayer una experiencia similar a la del ministro portavoz de su Gabinete, Josep Piqué, en el mismo foro y con las mismas gentes hace poco menos de un año. Piqué, en un encuentro celebrado el pasado invierno con el Círculo de Empresarios Vascos, escuchó críticas no muy distintas a las que ayer recibió Aznar.Al ministro portavoz también le reclamó la élite empresarial vasca, muy apegada al tejido social de Euskadi, más diálogo del Gobierno con los partidos, especialmente los del País Vasco.

La diferencia es que han pasado muchos meses desde aquel encuentro y el colapso del diálogo se ha agravado. José María Aznar no ha vuelto a hablar con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, desde octubre del año pasado. Tampoco lo ha hecho desde las mismas fechas con el hasta el pasado fin de semana presidente de Eusko Alkartasuna (EA), el recién dimitido Carlos Garaikoetxea. Los socialistas se quejan, a su vez, de la insuficiente participación en las decisiones del Ejecutivo sobre el proceso de paz, aunque mantienen contactos informativos con el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, y con el interlocutor del Gobierno con ETA y secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos, presente ayer en Bilbao.

Aznar también se encontró ayer en la capital vizcaína con una manifestación inesperada, la de los trabajadores de Babcok Wilcox y de la Naval de Sestao, que protestaban por las reestructuraciones de sus empresas. La llegada del presidente del Gobierno al Club Deportivo El Abra fue recibida con gritos reivindicativos, insultos y petardos que lanzaron los trabajadores.

Las dos manifestaciones obreras taparon una tercera, la habitual de los familiares de presos de ETA que persigue a Aznar cada vez que visita Euskadi. El presidente del Gobierno asistió impertérrito a la manifestación callejera que arreció a su llegada, sin que llegara a haber enfrentamientos con las fuerzas antidisturbios de la Ertzaintza.

No obstante, las tres manifestaciones simultáneas y el importante despliegue policial por la presencia del jefe del Ejecutivo colapsaron a mediodía toda la zona del barrio de Las Arenas, en el municipio de Getxo.