Guerra de "opas" entre autobuses
Enfrentamiento sin cuartel entre las dos empresas cooperativas que cubren el transporte en Pamplona
En el transporte urbano comarcal de Pamplona el pez chico se quiere comer al grande. Desde hace meses las dos empresas de economía social que gestionan las líneas de autobuses de Pamplona y su comarca andan a la greña y lanzándose opas hostiles tras la ruptura de las negociaciones para una fusión pacífica. De momento, no encuentran la fórmula de colaboración que ahuyente el fantasma de un concurso restringido que podría suponer la desaparición de la empresa perdedora.Hasta 1999 la Cooperativa de Transportes Urbanos de Pamplona (Cotup), una empresa de economía social de 218 socios, tenía el monopolio del transporte por las calles de la capital navarra. El Ayuntamiento pamplonés soportaba anualmente su millonario déficit con partidas específicas consignadas en sus presupuestos. Por su parte, la sociedad anónima laboral Autobuses La Montañesa, con 52 socios y 30 empleados, gestionaba todas las líneas de transporte comarcal que comunican Pamplona con las localidades de la comarca.
Sin embargo, y tras años de espera, en 1998 se aprobó en el Parlamento de Navarra la ley foral 8/1998 que ponía fecha a la unificación del transporte urbano y comarcal. Fue el primer paso para la tramitación de un Plan de Transporte Comarcal aprobado poco después por la asamblea de la Mancomunidad de la Cuenca Pamplona, el organismo competente, en el que se invitaba a las dos empresas a conseguir una fusión voluntaria en el plazo se seis meses, con el objetivo último de garantizar el servicio en manos de una empresa navarra de economía social con experiencia en el servicio.
Si así fuera, la concesionaria resultante obtendría la prórroga automática en la gestión durante 15 años. De lo contrario, la concesión del transporte se someterá a un concurso restringido entre ambas empresas, con una adjudicación del servicio más corto, de entre seis a ocho años.
Sin embargo, la cosa no ha podido ir peor. Las negociaciones entre las dos partes se rompieron sin ningún acuerdo y Cotup realizó una oferta pública de compra de acciones sobre La Montañesa que los socios de ésta rechazaron. Posteriormente saltó a la luz pública la noticia de que los 218 socios de Cotup habían ya suscrito de forma individual y secreta compromisos de venta de todas sus participaciones con el gigante de la construcción y los servicios Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), que pagará entre 5 y 11,5 millones por cada paquete de acciones, según la antigüedad de cada socio. Cotup aceptó la oferta de FCC el pasado 14 de octubre, lo que convertiría a la cooperativa en una filial del grupo madrileño.
Para acabar de enmarañar el asunto, La Montañesa, con el apoyo de Asociación Navarra de Empresas Laborales (ANEL), acaba de lanzar su particular oferta sobre Cotup: está dispuesta a adquirir las acciones de los 218 socios de su contrincante igualando las ofertas indemnizatorias de FCC. Una fórmula de fusión por absorción que contempla también la posibilidad de entrar a formar parte de la empresa adquiriente mediante un canje de participaciones.
Juantxo Montoya, presidente de La Montañesa, ha señalado que su oferta cuenta con el respaldo de tres entidades bancarias para hacer frente al desembolso económico de una operación que puede ascender a un máximo de 1.850 millones de pesetas. Además, La Montañesa se atribuye la defensa del espíritu inicial de los planes de comarcalización diseñados por las instituciones para mantener el servicio en manos de una empresa de economía social y capital navarro. El plazo dado por la Mancomunidad de la comarca de Pamplona, en la que están representados todos los ayuntamientos afectados, finaliza el 31 de marzo.
Según Cotup, su decisión de vender la empresa a FCC no tiene vuelta de hoja, por lo que no habrá siquiera contestación a la oferta formal de La Montañesa. Esta empresa ha puesto como fecha límite el 14 de diciembre para recibir la respuesta a una oferta que ya ha sido entregada personalmente a cada socio de Cotup, a los que ha garantizado el empleo en la futura empresa.
La entidad que agrupa y asesora a las empresas de economía social, ANEL, ha recordado que los incentivos previstos en la ley foral para la fusión voluntaria no contemplaba que el 100% del capital de una de ellas estuviera en manos de un tercero (en este caso, FCC). Así mismo, estima que aún hay tiempo para que la opción de La Montañesa -el pez chico- se coma al grande - Cotup- con una absorción amistosa. La Mancomunidad y el Gobierno navarro abogan por la fusión, pero ya han aparecido síntomas de cansancio por estas peleas de familia e incluso alguna velada amenaza de someter todo el transporte comarcal a un concurso abierto en el que podrían presentarse muchas otras empresas.
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