Alonso rectifica su compromiso sobre las cuentas de Vitoria

El alcalde de Vitoria, el popular Alfonso Alonso, ha tardado menos de tres meses en rectificar uno de los primeros compromisos que tomó al acceder al cargo. El pasado 27 de agosto enumeró los tres asuntos más urgentes del consistorio y se propuso resolverlos todos para antes de que terminase el año. Entre ellos, incluyó la aprobación del presupuesto municipal. Sin embargo, el equipo de gobierno, compuesto por el PP y Unidad Alavesa, ni siquiera ha presentado aún su proyecto y los plazos que establece la ley hacen difícil el cumplimiento de ese compromiso. El propio alcalde reconoció ayer un cambio en sus objetivos, y se propuso "presentar los presupuestos antes de que finalice el año". Esto es, presentar sí, pero no aprobar.En septiembre, el PP quería cerrar su proyecto "a lo largo de otoño" y "sacarlo adelante antes del 1 de enero", un logro que no había conseguido ningún gobierno municipal en muchos años. Alfonso Alonso, en cambio, pone excusas ahora a su osadía inicial: "El Ayuntamiento no tiene la obligación de aprobar los presupuestos en el año en curso, y es algo que nunca ha ocurrido", admitió. Hasta ahora, las corporaciones vitorianas rara vez aprobaban las cuentas municipales antes del mes de marzo.

El equipo de Alonso, que gobierna en minoría, no se ha dirigido aún a la oposición para buscar apoyos. No obstante, los socialistas ya respaldaron la semana pasada las ordenanzas fiscales del Ayuntamiento, que suponen el 35% de los ingresos municipales y suponen un prólogo al debate presupuestario. Teniendo en cuenta esta circunstancia, el PSE parece en principio más predispuesto que los nacionalistas a dar su voto a los populares.

Por otra parte, el Ayuntamiento de Vitoria inauguró ayer el turno popular en los plenos. Esta iniciativa, que ya funciona en San Sebastián hace unos años, permitió ayer intervenir ante toda la corporación a Mohamed Salem, el representante en el País Vasco del Frente Polisario. Salem apoyó una declaración institucional presentada por el grupo nacionalista y aprobada por unanimidad, que postula aumentar "la cooperación financiera y técnica con el Sáhara Occidental para ayudarle en el proceso de referéndum" y critica "la actitud" del Gobierno de Marruecos.