Intermón pide que España aumente un 50% la cooperación con África
350 expertos reclaman en Madrid un nuevo papel para las ONG
"África es una asignatura pendiente para toda la comunidad internacional, y por eso España debe darle prioridad en su cooperación", dijo ayer Ignacio Carreras, director general de Intermón, al presentar la conferencia Sur-Norte África ante el nuevo milenio. El reto de la cooperación, que ayer fue inaugurada en Madrid por el consejero de Educación de la Comunidad autónoma, Gustavo Villapalos, y por el alcalde, José María Álvarez del Manzano.
"Una medida eficaz sería aumentar en un 50% la Ayuda Oficial al Desarrollo en programas no reembolsables: esos 15.000 millones de pesetas, invertidos en servicios básicos como educación y sanidad, contribuirían a la principal necesidad de África, construir una sociedad civil fuerte, que en todas partes es el motor de una auténtica democracia", planteó Carreras.La conferencia, que reúne a 350 participantes y a 30 organizaciones africanas, se estructura sobre seis ejes: seguridad alimentaria, acceso a la educación, reforzamiento de la sociedad civil (asociaciones, derechos humanos, medio ambiente...), generación de recursos económicos, conflictos de larga duración y condonación de la deuda externa. Hoy se celebrará una mesa sobre las prioridades de la cooperación española en África, con intervención de representantes de la Agencia Española de Cooperación Internacional, del PP, del PSOE y de la Coordinadora de ONG de Desarrollo.
El Plan Director de la Cooperación -cuya puesta en marcha sigue bloqueada por el Gobierno, lo que provocó el pasado viernes la retirada de las ONG y de la Plataforma del 0,7% del Consejo de Cooperación- es visto por Intermón como un instrumento aprovechable. "Nosotros reclamamos una rápida aprobación del plan", dice Carreras. "Ofrece ventajas para África: la ayuda bilateral española para programas sociales básicos pasaría del 17% al 25%; y entre los 27 países en los que se concentraría el 70% de la ayuda, ocho serían africanos (Angola, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Guinea Ecuatorial, Mozambique, Namibia, Santo Tomé y Senegal), aunque no se incluya, por ejemplo, Ruanda, donde la sociedad española se volcó. Cuando hablamos de dar prioridad a África, no decimos abandonar Iberoamérica, principal destino de la cooperación oficial. Nosotros no hemos restringido nuestra labor en Iberoamérica, pero si en 1992 destinábamos el 20% de nuestros recursos a África, ahora es el 45%".
La conferencia pretende reclamar un cambio de papel de las ONG. "Tradicionalmente, se han ocupado de cubrir las necesidades básicas de la población y de crear recursos para las familias", dice Carreras. "Pero sólo si contribuimos a formar sociedades civiles que sirvan de contrapoder, podrá haber en África Gobiernos honestos y la pacificación será realidad".
Las cifras, hoy, son duras: 33 de los 44 países más pobres son africanos. Y mientras la comunidad internacional empleó 320.000 millones de pesetas en aliviar a los 850.000 refugiados de Kosovo, la ONU no ha logrado más que 37.000 para los 12 millones de afectados por conflictos en África. "Hay un doble rasero internacional", constata Carreras. "En Kosovo o Timor se ha demostrado que existen soluciones cuando se conjugan generosidad, voluntad política y acción contra la venta de armas". Precisamente hoy se presenta en la conferencia el informe Exportaciones españolas de armas ligeras y munición a África (1992-1999), elaborado por Raúl Romeva, investigador de la Cátedra Unesco: el estudio forma parte de la campaña Adiós a las armas, organizada por Amnistía Internacional, Greenpeace, Intermón y Médicos Sin Fronteras.
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