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Irritación en Alemania por el afán de Vodafone por comprar Mannesmann

Pilar Bonet

Trabajadores, sindicatos y representantes de la patronal alemana han cerrado filas en contra del intento de la empresa Vodafone Airtouch (el líder mundial en telefonía móvil) de absorber a Mannesmann (el primer grupo alemán del sector). La reacción indica que amplios círculos de la vida política y económica de Alemania perciben la oferta de Vodafone Airtouch, accionista de la española Airtel, casi como un atentado a la cultura corporativa y de consenso tradicional. Vodafone hace públicos hoy los términos de su oferta hostil.

En la Bolsa de Francfort, las acciones de Mannesmann subieron ayer un 6% en vísperas de la oferta pública de acciones (OPA) hostil que pretende lanzar hoy la compañía angloestadounidense Vodafone, que preside Chris Gent. Ante esa ofensiva, los trabajadores de Mannesmann quieren evitar que el consorcio se vea desmembrado a causa de la oferta de Vodafone Airtouch, y esperan que los políticos les secunden en este empeño. En la sede del consorcio en Düsseldorf se reunieron ayer unos 1.000 representantes de los comités de empresa de la compañía."Mannesmann es una empresa muy saneada con excelentes perspectivas", dijo el presidente del sindicato del metal, Klaus Zwickel, tras entrevistarse con Landberg. Zwickel, que es miembro del consejo de administración de Mannesmann en calidad de vicepresidente, aseguró que la empresa tiene una estrategia mejor que Vodafone, ya que está más diversificada.

Zwickel y Landberg se han pronunciado a favor de una legislación europea para las sociedades anónimas. En su opinión, esta legislación debe reflejar "la cultura empresarial europea", y proteger de la destrucción por medio de una OPA hostil. Según ambos sindicalistas, la plantilla de 130.000 trabajadores de Mannesmann se identifica con la estructura de la empresa.

El consorcio Mannesmann, en cuyo origen está la fábrica de tubos fundada por los hermanos Max y Reinhard Manesmann en 1890, tiene hoy actividades diversificadas, que van desde la fabricación de tubos de acero tradicionales a la construcción de maquinaria, la técnica automovilística y las telecomunicaciones.

Prohibir fusiones

Entre quienes se han pronunciado en contra de la oferta de Vodafone está el presidente de la Cámara de Industria y Comercio de Alemania, Hans Peter Stihl, que ha instado a prohibir las fusiones cuyo fin es una desmembración de la empresa absorbida. En un sentido opuesto se ha expresado el economista jefe del Deutsche Bank, Norbert Walter, quien ha advertido que las OPA hostiles no deben contemplarse desde un punto de vista nacional. El sentido económico de una fusión no depende de cuál sea la sede legal de la empresa compradora, sino de su estrategia y capacidad de competir, manifestó Walter. El ejecutivo afirmó que la integración de la zona del euro llevará en el futuro a un creciente número de fusiones.Hasta ahora, las OPA hostiles de corte norteamericano, han sido una excepción en Europa, pese a la oleada de compras y fusiones de los años ochenta, señala el diario Die Welt, según el cual, los "ataques actuales no encajan en el modelo de consenso del viejo estado social europeo, que los políticos continúan predicando de forma infatigable".

Las reacciones de los portavoces de Mannesmann resultan paradójicas, si se tiene en cuenta que el consorcio ha sido el mismo protagonista de una agresiva política europea. Mannesmann se ha hecho con la mayoría de las acciones de Omnitel e Infostrada, y hace pocas semanas ha ofrecido 60.000 millones de marcos por la empresa de telefonía móvil británica Orange, tras haber cortejado antes a One-2-One.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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