Estreno sin precedentes
La Bolsa vivió ayer, con la llegada de la empresa Terra Networks, una jornada excepcional. Una sesión en la que hubo muchos estrenos: cotizaba por primera vez una empresa de Internet -seguramente no será la última-; al mismo tiempo que en el mercado continuo, lo hacía en otro mercado, el Nasdaq estadounidense, que no tiene margen de cotización como ocurre en las demás bolsas y, además, provocó que por primera vez desde que el mercado español cuenta con la actual regulación se tuvieran que echar mano de las excepciones que permite la reglamentación.Por primera vez se ha experimentado -y ello ha supuesto nuevas sensaciones en el mercado- la supresión por dos veces de los topes y la necesidad de, una vez cerrado el mercado, realizar un nuevo periodo de ajuste mediante una subasta que acabó de elevar la acción a más del triple para los accionistas minoritarios.
Al margen de todas estas circunstancias y a pesar de tener que aplicar normas excepcionales, destaca de forma muy significativa que el mercado continuo español ha funcionado con total normalidad y ha permitido que haya liquidez para todos los inversores, tanto para los compradores como para los vendedores, y en todo momento, aunque hubo que esperar un tiempo mientras se tomaban unas decisiones extraordinarias, y a pesar del inusual volumen de órdenes que, una y otra vez, se han debido introducir y retirar debido a los cambios en los márgenes de oscilación de la cotización.
La tarea, en principio, no era nada sencilla. Quizá la irrupción de este nuevo valor en el mercado bursátil español haya servido para demostrar la solidez que tiene, su madurez, tanto a nivel técnico como normativo, puesto que se ha adaptado deprisa a una situación inesperada. Pero, también, que deja abierta la incógnita sobre los límites que tiene. Posiblemente es la hora de empezar a plantearse la necesidad de ampliar el mercado con nuevos segmentos específicos en el que coticen aquellas empresas con un fuerte potencial de crecimiento como es el caso de Terra y que, presumiblemente, irán acudiendo a la bolsa española en los próximos meses o años. Estos valores, nuevos en todos los aspectos y con necesidades distintas a las empresas tradicionales, son muy volátiles, muestran grandes variaciones en su cotización en poco tiempo, y exigirán que las excepciones de hoy se conviertan en norma mañana.
Creemos que esas sociedades van a venir poco a poco al mercado español y debemos buscarles un segmento específico para ellas en el mercado electrónico.
El mercado Nasdaq de Estados Unidos nació con esas premisas, pero incluso en esas condiciones la cotización de Terra se fue adaptando a los precios del mercado español debido al arbitraje.
Gabriel Domínguez es director de áreas de mercado de la Bolsa de Madrid.
