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La OCDE prevé un crecimiento de la economía más intenso a partir del 2000

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) es ahora más optimista que en la primavera pasada respecto de las perspectivas económicas para la zona en los próximos años y vaticina un crecimiento económico del 2,8% este año, del 2,9% en el 2000 y del 2,6% en el 2001. Respecto de EE UU, advierte de los peligros de "un aterrizaje catastrófico" en su economía y, en relación a España, observa riesgos en la inflación.

La OCDE ha revisado drásticamente al alza sus previsiones de crecimiento de la primavera pasada, pero sigue sin levantar la vista del preocupante déficit de la balanza de pagos norteamericana y del recalentado mercado bursátil de ese país. En marcado contraste con sus previsiones de mayo pasado, en las que auguraba un crecimiento del PIB del 2,2% durante este año y del 2,1% en el próximo, la OCDE contempla ahora incrementos del 2,8% en 1999 y del 2,9% en el año 2000 en el conjunto de los 29 países más industrializados. En el 2001 prevé, sin embargo, una ligera ralentización, hasta el 2,6%.En la zona euro, las perspectivas son sumamente alentadoras, porque el crecimiento medio del 2,8% previsto va acompañado de una fuerte creación de empleo y de una inflación generalmente débil, del 1,5% en 1999 y del 1,7% en el 2000. "Las tensiones inflacionistas son actualmente muy limitadas", subraya el informe, y "la elevación de los tipos de interés decidida por el Banco Central Europeo a principios de noviembre debe considerarse como una medida preventiva".

Según el informe semestral de este organismo, publicado ayer, el número de parados de la Unión Europea se habrá reducido en dos millones y medio durante el período comprendido entre 1998 y el 2001. La OCDE entiende que la causa de este "vigor extraordinario del empleo" reside en la moderación salarial y en una mayor flexibilidad del mercado de trabajo.

Al contrario que en Europa, donde no advierten peligros potenciales de inestabilidad, los expertos de la OCDE ven en la economía estadounidense elementos suficientes como para temer "un aterrizaje catastrófico", que podría acarrear consecuencias muy serias para el resto del mundo.

Japón también mejora

Tampoco la situación de Japón que, a su juicio, no crecerá mucho más de 1% en los próximos dos años, les permite echar las campanas al vuelo. Ayer, el Banco de Japón confirmó sin embargo la mejoría progresiva de la economía, aunque el consumo de los hogares continúa débil.El caso español es excepcional por partida doble, ya que el crecimiento y la inflación esperados desbordan con creces las medias comunitarias. Los economistas de la OCDE creen que la fuerte demanda interior permitirá enjugar la contribución negativa del sector exterior y mantener un crecimiento del 3,7% en 1999 y en el 2000, y del 3,5% en el 2001.

Confirmado el descenso progresivo del paro, "que puede caer al 13%", y la reducción del déficit presupuestario, "que debe quedar en torno al 1% del PIB", el problema español reside fundamentalmente en el peligro de que su fuerte demanda interior se intensifique en los meses venideros y presione fuertemente sobre los precios.

La posible reacción de los asalariados ante el aumento de la inflación preocupa a los economistas de la OCDE, que dan por buena la última tasa del índice de precios al consumo del 2,4% que el Gobierno ha previsto para finales de año.

Entre los peligros que se advierten, la OCDE sitúa la perspectiva electoral, la atonía del mercado bursátil y el aumento de las tasas de interés, un conjunto de factores que, unidos a la reactivación de las reivindicaciones salariales, "podría minar la confianza y reducir el consumo familiar".

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